Durante su despedida, Hurtado destacó que Aranda podría lograr “victorias tempranas” si lleva a cabo la finalización de las piscinas olímpicas de la calle 42 y el puente elevado de la calle 60, ambos proyectos con un valor conjunto que supera los $70.000 millones.
El llamado de Hurtado a su sucesora se produce en medio de obstáculos evidentes para la conclusión exitosa de estas obras. En el caso del puente elevado de la calle 60, la reciente negación del permiso de aprovechamiento forestal por parte de Cortolima para la tala de árboles representa un desafío considerable.
La Administración Municipal deberá resolver los requerimientos de la entidad ambiental y encontrar soluciones para avanzar en un contrato que presenta un progreso limitado, según la Secretaría de Infraestructura.
En relación con las piscinas de la calle 42, la situación es igualmente desafiante. El contratista enfrenta problemas de liquidez, según fuentes de la Secretaría de Infraestructura. Aunque se otorgó una prórroga que permitirá la finalización de la obra hasta abril de 2024, la viabilidad financiera del contratista genera incertidumbre sobre la continuidad y celeridad de los trabajos.
Hurtado, al rendir cuentas en su último día en el cargo, expresó confianza en que todos los recursos necesarios para estos proyectos están garantizados. Sin embargo, la pelota está ahora en la cancha de la nueva Administración Municipal, que deberá enfrentar estos desafíos para cumplir con las expectativas de la comunidad y concluir estas infraestructuras inconclusas.