A partir del 1 de enero de 2025, los ibaguereños deberán pagar más por el transporte público. Las nuevas tarifas, resultado de un acuerdo entre el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) y el gremio transportador, establecen un incremento en el costo del pasaje que varía según el día.
El gerente del SETP, Aquileo Medina Arteaga, anunció que el pasaje entre semana subirá de $2.700 a $2.900, mientras que los domingos y festivos costará $3.000. Este aumento de $200 y $300, respectivamente, responde a las necesidades del sistema y a las condiciones económicas actuales de la ciudad. Según Medina, “el ajuste es necesario para mantener la sostenibilidad del transporte y mejorar las condiciones laborales de los conductores, especialmente durante los días festivos”.
El anuncio ha generado opiniones encontradas entre los usuarios. Mientras algunos consideran que el incremento es razonable frente a la inflación y los costos operativos, otros critican la medida, señalando que el servicio actual no justifica el alza. “El estado de los buses deja mucho que desear y la frecuencia de las rutas en horas pico es un problema constante”, afirmó un usuario habitual del sistema.
Con el aumento, los ciudadanos esperan mejoras significativas en la calidad del servicio. Entre las principales exigencias están la limpieza de los buses, mayor frecuencia de las rutas para reducir los tiempos de espera, y un trato más profesional por parte de los conductores. Estas demandas reflejan un malestar generalizado que las autoridades locales deberán abordar para evitar un descontento mayor.
El cambio en las tarifas comenzará el mismo 1 de enero, un día festivo, lo que significa que el pasaje costará $3.000 desde el primer viaje del año. Las autoridades han instado a los usuarios a prepararse para el ajuste y han señalado que la medida beneficiará al sistema de transporte a largo plazo.
Este incremento es el primero desde hace varios años en la ciudad y busca garantizar la estabilidad del sistema en un contexto económico desafiante. No obstante, los ibaguereños han insistido en que cualquier ajuste debe ir acompañado de mejoras visibles y sostenibles en el servicio que reciben.
El SETP se comprometió a evaluar las inquietudes de los usuarios y a realizar una campaña informativa sobre el uso adecuado del transporte público y el destino de los recursos generados por el aumento de la tarifa. “Este es un paso importante para modernizar el transporte en Ibagué, pero debemos escuchar a la comunidad y garantizar que se cumplan sus expectativas”, concluyó Medina.