La empresa de acueducto de Ibagué ha firmado al menos 12 contratos de publicidad en medios locales, regionales y nacionales por más de medio millar de millones. Uno de los contratos más polémicos corresponde a una publicación en Revista Semana que costó 30 millones de pesos por un artículo y un video de 90 segundos.
La empresa de acueducto y alcantarillado de Ibagué, IBAL, ha suscrito al menos 12 contratos de publicidad en lo que va del 2025, con una suma total que asciende a $649.195.096. Esta cifra ha despertado controversia entre sectores ciudadanos que reclaman más inversión en infraestructura y calidad del servicio que en imagen institucional.
Uno de los contratos más polémicos es el Contrato 030 de 2025, firmado el 18 de marzo, mediante el cual IBAL pagó 30 millones de pesos a la Revista Semana para la publicación de un artículo y un video de minuto y medio en sus redes sociales. Este contrato fue aprobado por Gutiérrez, jefe de la Oficina Asesora de Comunicaciones del IBAL.
Dentro de las obligaciones específicas de dicho contrato, se establece que el contenido debe ser publicado en la página del medio y replicado en sus redes sociales como Facebook, X (antes Twitter), Instagram, TikTok y YouTube. El contenido incluiría un reel tipo entrevista de hasta 30 minutos, aunque su formato principal será adaptado al entorno digital.
Este no es el primer convenio entre IBAL y Semana. En diciembre de 2024, la empresa ya había pagado alrededor de 10 millones de pesos por otra publicación, también gestionada por la oficina de comunicaciones y aprobada por la gerencia, lo que eleva el gasto conjunto a más de 40 millones por dos contenidos.
Publicación en Medio Nacional – REVISTA SEMANA
Número de proceso: INV-030-2025
Valor: 30.000.000 COP
Alcance: Publicación en un medio de comunicación nacional de gran alcance, incluyendo difusión en redes sociales, sobre servicios públicos y proyectos estratégicos de IBAL.
Duración: 1 mes.
Estado: Proceso adjudicado y celebrado.
Publicidad Digital en Medio Nacional – REVISTA SEMANA
Número de proceso: INV-134-2024
Valor: 10.469.025 COP
Alcance: Publicación digital de una nota, distribución en redes sociales (Facebook, Instagram, LinkedIn) y pauta display con 150.000 impresiones, enfocada en el proyecto del Segundo Acueducto.
Duración: 15 días.
Estado: Proceso adjudicado y celebrado.
Más allá de Semana, la revisión de contratos celebrados en 2025 revela que IBAL ha firmado acuerdos publicitarios con emisoras, canales de televisión local, plataformas digitales y medios impresos. Todos estos contratos se celebraron bajo el régimen especial, lo cual ha despertado suspicacias sobre los criterios de selección y la justificación de los montos, porque de especial qué tienen, que son montos de mínima cuantía, no se licitan y escapa de la mirada de los entes de control, por lo tanto se puede entregar a dedo si así lo desean el contratado.
Entre los contratos más altos resalta el Contrato 015 de 2025, firmado con la emisora Ecos del Combeima por un valor de 100 millones de pesos. Otros contratos superan los 75 millones cada uno, con medios como Radio Cadena Nacional, Organización Radial Olímpica y Radio Prensa Televisión SAS.
Publicidad en Emisora AM – ECOS DEL COMBEIMA
Número de proceso: INV-019-2025
Valor: 100.000.000 COP
Alcance: Emisión de mensajes en una emisora AM con amplia cobertura en Ibagué, enfocados en información sobre el servicio de acueducto y alcantarillado, así como campañas de sensibilización.
Duración: 10 semanas.
Estado: Proceso adjudicado y celebrado.
La empresa ha argumentado que estas contrataciones son necesarias para garantizar una comunicación efectiva con la comunidad, y para dar a conocer los avances en los proyectos institucionales y la prestación de servicios públicos. Según reza en los estudios previos. Sin embargo, desde algunos sectores se critica que estas campañas priorizan la imagen sobre las verdaderas soluciones a las fallas del sistema de acueducto y el alcantarillado.
Los contratos, celebrados todos entre febrero y abril del 2025, tienen plazos de ejecución que oscilan entre 15 días y 10 semanas, dependiendo del tipo de medio y del alcance del contenido solicitado. Ninguno de ellos, sin embargo, contempla campañas de retroalimentación con los usuarios.
Los ciudadanos de Ibagué han manifestado en redes sociales y foros comunitarios su inconformismo frente a lo que consideran una estrategia de “maquillaje institucional”, bien sea para la administración municipal o para la gerente del IBAL, Erika Palma, Mientras los recursos públicos se invierten en mejorar la percepción, las fallas en el suministro y cobertura del servicio siguen siendo una queja constante en los barrios de la capital tolimense.
¿Arboleda Campestre de Ibagué sigue sin agua?
Más de 35.000 personas al parecer, tienen acceso constante a agua potable en la urbanización Arboleda del Campestre. A pesar de convenios, contratos y promesas del IBAL, el Acueducto Complementario no cumple su función. La comunidad exige soluciones reales, ahora por la calidad de agua mientras se intensifican las protestas y las acciones legales.
La urbanización Arboleda del Campestre, en la comuna 9 de Ibagué, enfrentó una grave crisis de agua que se prolongó desde hace años. Aunque el Instituto de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Ibagué (IBAL) ha ejecutado convenios, firmado contratos y anunciado planes de choque, los más de 35.000 residentes denunciaron por mucho tiempo intermitencia o ausencia total del servicio. La situación puso en entredicho la viabilidad del Acueducto Complementario, obra concebida hace más de 20 años para solucionar los problemas estructurales del agua en la ciudad.
En 2022, el IBAL suscribió convenios con Constructora Bolívar, responsable de buena parte de los conjuntos de Arboleda del Campestre, con el fin de garantizar el suministro de agua potable a través de dos plantas de tratamiento. La inversión superó los 600 millones de pesos. Sin embargo, las obras resultaron insuficientes. Sectores como Yarumo, Cámbulos y Payandé tuvieron en el pasado que depender de carrotanques o cortes prolongados, pese a contar con redes y sistemas instalados.
La comunidad no solo reclamó la falta de agua sino también la calidad del líquido. Edna Castro, una de las líderes de la zona, denunció públicamente para la época que el agua que llega a los hogares no es apta para el consumo humano. Según sus declaraciones, los análisis evidencian presencia de microorganismos y sedimentos que comprometen la salud. A esto se suma el hecho de que la planta de tratamiento operada por la constructora no cuentaba con el control riguroso del IBAL ni de las autoridades sanitarias, como la Secretaría de Salud Municipal.
En contraste, el IBAL ha emitido comunicados asegurando que el agua sí cumple con los estándares de potabilidad. Incluso, en octubre de 2023, la Superintendencia de Servicios Públicos respaldó esos informes. No obstante, los habitantes aseguron que la realidad en sus hogares contradice esos reportes. Videos, fotos y pruebas de laboratorio han sido presentadas ante entidades judiciales y medios de comunicación, lo que refuerza el argumento de una crisis sanitaria en curso.
Ante el incumplimiento reiterado, los residentes han acudido a la vía legal. En noviembre de 2023, el Juzgado Primero Civil del Circuito de Ibagué falló una tutela a favor de las familias del conjunto Yarumo. El fallo ordenó al IBAL garantizar el suministro diario mínimo de agua potable: 11.375 litros para atender a 1.392 familias. Aunque se trató de una victoria simbólica, en la práctica los incumplieron a las medidas cautelares que se han quedado cortas frente a la dimensión del problema, ahora por la calidad del agua.
La situación también ha generado protestas en las calles. En varias ocasiones, la comunidad ha bloqueado vías principales, exigido la suspensión de licencias de construcción y solicitado la intervención directa de la Superintendencia de Servicios Públicos. Desde la veeduría ciudadana Agua para Ibagué (VAPI) se denuncia que la administración municipal ha otorgado permisos sin garantizar el acceso efectivo al agua o ahora, a la calidad del servicio de agua para el consumo humano. Aseguran que hay negligencia institucional y una clara falta de planeación.
Otro de los puntos críticos es que, pese a que al parecer ya no es por la falta de agua, la expansión urbanística de Arboleda del Campestre continúa. Nuevas torres de apartamentos están en construcción, incluso cuando los conjuntos actuales no tienen la calidad en su abastecimiento. Esta contradicción ha encendido las alarmas sobre posibles irregularidades en las licencias urbanísticas y la responsabilidad de la Constructora Bolívar, que sigue vendiendo viviendas en una zona con infraestructura hídrica deficiente.
El IBAL, por su parte, en el pasado implementó planes de choque. Entre ellos, la entrega de agua por medio de carrotanques, el cambio de válvulas internas y la limpieza de redes. Aunque estas medidas fueron parte de las cosas que los habitantes vivieron, fueron celebradas en comunicados oficiales, siendo esto para la comunidad calificado como “pañitos de agua tibia” que no resolvieron la necesidad de fondo en su momento.
Hoy, la comunidad de Arboleda del Campestre ya no sigue esperando que el Acueducto Complementario cumpla su promesa inicial: llevar agua de calidad y de forma permanente a los hogares ibaguereños. “Nosotros tenemos agua todo el tiempo. Desde el año pasado no hay cortes de agua aquí en La Arboleda del Campestre. Lo que no hay es calidad de agua. Entonces, por favor, no digan que no tenemos suministro constante. Desde que se hizo el plantón allí en La Arboleda el año pasado en febrero (2024), cuando vino la alcaldesa, y también se ganó una tutela, no hemos tenido cortes de agua. Incluso pasaron los fenómenos de El Niño y del invierno, y a nosotros no nos han quitado el agua. Lo que no tenemos es calidad de agua.”
Mientras tanto, la desconfianza crece y los afectados se preguntan cómo es posible que, tras décadas de inversión pública y privada, una ciudad capital no pueda garantizar un servicio básico tan esencial como el agua potable, en sectores populares como el Barrio especial de El Salado u otros sectores.
Pauta publicitaria para los nuevos favoritos del IBAL; ¿comunicación efectiva o derroche institucional?
Entre febrero y abril de 2025, el Instituto de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué (IBAL) celebró 12 contratos publicitarios bajo régimen especial por más de $650 millones. Empresas, emisoras y personas naturales fueron beneficiadas, mientras persisten denuncias por falta de agua potable en varios sectores de la ciudad.
El IBAL, entidad encargada de garantizar el suministro de agua potable en Ibagué, ha firmado 12 contratos de publicidad en medios de comunicación por un total de $649.195.096 entre febrero y abril de 2025. La contratación se realizó bajo la figura de régimen especial y tuvo como propósito difundir campañas institucionales a través de emisoras radiales, canales de televisión y plataformas digitales, en medio de crecientes denuncias por desabastecimiento de agua en sectores como Arboleda del Campestre.
La empresa más beneficiada fue Radio Prensa Televisión SAS, con un contrato por $114.962.560, firmado el 13 de febrero de 2025. Le sigue Inversiones ECOS LTDA, con $100.000.000, contratada para difusión en una emisora AM. Otros contratos significativos fueron otorgados a Roger Fernando Jiménez Cardozo por $87.000.000 y a Duberlney Salazar Correa, quien recibió $67.328.000 por publicidad en un espacio digital.
Dos grandes conglomerados radiales, Organización Radial Olímpica SA y Radio Cadena Nacional SAS, recibieron cada uno $75.112.800 el 2 de abril, lo que representa más del 23% del total contratado. Estos acuerdos se realizaron el mismo día que otros cuatro contratos con medios digitales, entre ellos Viviana Rodríguez Rodríguez y Edgar Edson Daniel Restrepo Coronado, quienes recibieron $25.248.000 cada uno.
Entre los contratistas individuales también figuran Jhon Carlos Rincón Agredo con $33.664.000, Medardo Josué Morales Urquijo con $21.641.136 y María Alejandra Mesa Barrero, con $16.832.000. Aunque la contratación es legal, el uso de recursos públicos en publicidad ha generado cuestionamientos, especialmente cuando en zonas urbanas y rurales persisten falencias en el acceso continuo al servicio de agua.
Desde sectores ciudadanos y veedurías se ha señalado que mientras el IBAL invierte sumas considerables en divulgación institucional, comunidades como la de Arboleda del Campestre siguen sin soluciones reales a sus problemas de abastecimiento. “Se gastan más de 600 millones en medios, pero no hay agua en los barrios”, expresó una líder comunal al conocer el listado de contratos.
La estrategia publicitaria del IBAL parece orientada a mantener la imagen institucional en medios locales, justo en un momento donde las críticas por los retrasos en el Acueducto Complementario y los fallos judiciales que obligan a entregar agua en carrotanques aumentan. Para algunos observadores, la inversión en medios contrasta con la crisis operativa y la falta de respuesta efectiva a las comunidades afectadas.
A pesar de los reclamos, desde la administración municipal se ha defendido la necesidad de mantener canales de comunicación efectivos con la ciudadanía. Sin embargo, no se ha presentado un balance público sobre el impacto de estas campañas ni sobre la selección de los medios contratados. La transparencia de estos procesos, aunque ajustada a ley, sigue siendo motivo de escrutinio público.
Adenda: En esta primera entrega se recogió solo el 2025, es decir el año en curso de la contratación de pauta publicitaria pagada por el IBAL.
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