Seis municipios están en alerta roja, 14 en naranja y 10 en amarilla por amenaza de incendios en la cobertura vegetal. Aunque no se registra fenómeno de El Niño, la reducción de lluvias incrementa el riesgo de emergencias ambientales. Autoridades llaman a la prevención y al uso responsable del agua.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) emitió un nuevo informe que pone en alerta a 30 municipios del país por el riesgo de incendios forestales en la cobertura vegetal. Esta situación se presenta en medio de una temporada de disminución de lluvias, propia del ciclo climático natural, lo que ha generado preocupación entre las autoridades ambientales.
De acuerdo con el reporte, seis municipios se encuentran en alerta roja, lo que indica una amenaza inminente de incendios. Otros 14 están en alerta naranja, que representa un nivel de riesgo alto, y 10 más en alerta amarilla, donde la vigilancia debe intensificarse para evitar la propagación de emergencias. Estas alertas buscan anticiparse a posibles desastres y fortalecer la respuesta de los entes territoriales.
Aunque Colombia no atraviesa actualmente el fenómeno de El Niño, el IDEAM advierte que el país enfrenta un periodo de lluvias escasas, típico del comportamiento natural del clima, pero que puede tener graves consecuencias ambientales, especialmente en regiones con vegetación densa o zonas rurales expuestas a altas temperaturas.
El informe también destaca que la sequedad del suelo y la acumulación de material vegetal seco son condiciones que favorecen la aparición y rápida expansión del fuego. Por ello, las autoridades reiteran el llamado a la ciudadanía a extremar precauciones y adoptar comportamientos responsables para mitigar los riesgos.
Entre las recomendaciones se incluyen la prohibición de quemas agrícolas, el no uso de fogatas en zonas boscosas, así como evitar el arrojo de colillas o residuos combustibles en áreas naturales. El IDEAM recuerda que muchos incendios forestales son provocados por descuidos humanos, por lo que la prevención comunitaria es fundamental.
Las alcaldías y organismos de socorro, como los cuerpos de bomberos y la Defensa Civil, ya han activado sus planes de contingencia. Asimismo, se están adelantando campañas de sensibilización en las zonas más vulnerables, con el fin de informar a la población sobre cómo actuar ante una posible emergencia.
Además del riesgo de incendios, la temporada seca también puede afectar la disponibilidad de agua en algunas regiones, por lo que se recomienda hacer un uso racional del recurso hídrico, especialmente en comunidades rurales y centros poblados con acceso limitado a fuentes hídricas.
El IDEAM concluye que la alerta se mantendrá activa mientras persistan las condiciones de riesgo, e insiste en que la protección de los ecosistemas es responsabilidad de todos. Un llamado urgente a la conciencia ambiental, la corresponsabilidad y el trabajo conjunto para preservar los recursos naturales y evitar tragedias.