El municipio de Fresno, Tolima, se encuentra conmocionado por el caso de Max, un perro que fue atacado con un machete tras, supuestamente, haber matado dos gallinas en una zona residencial. El hecho, reportado por la comunidad, ha generado rechazo e indignación, incluso por parte de la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz.
El ataque contra Max fue denunciado por vecinos del sector, quienes, junto a una fundación local de protección animal, intervinieron rápidamente para salvarle la vida. Gracias a su acción, el perro recibió atención veterinaria inmediata, incluyendo la sutura de heridas graves que ponían en riesgo su integridad. Actualmente, Max se encuentra bajo el cuidado de la fundación, en proceso de recuperación.
Según versiones preliminares, el presunto agresor sería el dueño de las gallinas, aunque existen diferentes testimonios sobre lo ocurrido. La Gobernación del Tolima, a través de la Secretaría del Interior, ha articulado esfuerzos con la Alcaldía de Fresno para avanzar en la recolección de evidencias y esclarecer los hechos.
“Este caso nos llena de indignación. Desde la Secretaría del Interior estamos priorizando la recuperación de Max y trabajando con las entidades correspondientes para garantizar que este acto no quede impune”, afirmó Jesús Alberto Saavedra, secretario del Interior del Tolima.
La Ley 1774 de 2016, que penaliza el maltrato animal en Colombia, será clave en el proceso judicial contra el presunto responsable. Las autoridades locales han hecho un llamado a la comunidad para que denuncien cualquier acto de violencia contra los animales y promuevan una cultura de respeto hacia ellos.
Por su parte, la gobernadora Adriana Magali Matiz destacó el papel de las organizaciones animalistas y la comunidad en la protección de Max, reiterando el compromiso del Gobierno Departamental con el bienestar animal. “Es fundamental que rechacemos todo acto de violencia y sigamos fortaleciendo estrategias para garantizar el respeto hacia todas las formas de vida”, declaró.
La Secretaría del Interior avanza en la construcción de una ruta de atención integral al maltrato animal en el Tolima, buscando que casos como el de Max sean atendidos de manera oportuna y que los responsables enfrenten las sanciones correspondientes.
Max, símbolo de resiliencia, se ha convertido en un recordatorio de la necesidad de actuar frente al maltrato animal, promoviendo la denuncia y trabajando juntos por una sociedad más empática y respetuosa.