La inflación en Colombia continúa su tendencia descendente, registrando un 4.82% anual en junio, según el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE. Esta disminución sostenida en el Índice de Precios al Consumidor, IPC, se debe principalmente a la moderación en los costos de vivienda y alimentos, superando las expectativas de los analistas y señalando una trayectoria positiva para la economía colombiana.
La inflación en Colombia sigue mostrando señales alentadoras de control, situándose en un 4.82% anual para el mes de junio. Este dato proviene del informe más reciente publicado por el DANE, la entidad nacional de estadística del país. Andrea Ramírez, subdirectora de la entidad, destacó que esta es la segunda reducción mensual consecutiva en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que subraya una tendencia constante a la baja.
Este comportamiento favorable del IPC se atribuye principalmente a una significativa moderación en los precios de divisiones clave. Notablemente, sectores como “Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, junto con “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, mostraron variaciones muy por debajo del promedio general. Estas divisiones suelen tener una influencia considerable en los gastos diarios de los hogares colombianos.
En cuanto a las cifras acumuladas para el primer semestre de 2025, la inflación acumulada alcanzó el 3.74%. Esto representa una disminución de 0.38 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior, cuando la tasa fue del 4.12%. Esta reducción refuerza la perspectiva optimista de una economía que avanza firmemente hacia la estabilización de los precios, incluso en medio de diversos desafíos estructurales.
Sin embargo, no todos los sectores experimentaron una disminución. La división de “Educación” registró la mayor variación anual, con un notable aumento del 7.56%. Dentro de esta categoría, la educación secundaria mostró un incremento del 10.01%, seguida de cerca por la educación preescolar y primaria con un aumento del 9.45%, y los pagos por asesorías de tareas y clases particulares que subieron un 7.32%.
Otros sectores que también presentaron aumentos de precios importantes incluyen “Restaurantes y hoteles”, que experimentaron un alza del 7.44%, “Transporte” con un aumento del 5.27%, y “Alojamiento y servicios públicos” con un 5.23%. En marcado contraste, los precios de los alimentos, un componente crucial de la canasta básica de consumo, reportaron una modesta variación de solo el 4.31%, lo que indica una mejora en la asequibilidad de productos esenciales para las familias colombianas.
Solo para el mes de junio, el IPC mensual registró un mínimo 0.10%, una cifra inferior a las proyecciones de los analistas del mercado, quienes habían estimado un alza ligeramente superior. Este resultado favorable refuerza la tendencia actual de desaceleración de la inflación observada a lo largo del año, proporcionando una clara indicación de la estabilidad de precios.
Economistas y expertos del mercado están siguiendo de cerca este comportamiento y anticipan que el Banco de la República (el banco central de Colombia) tendrá en cuenta estas tendencias positivas. Existe una fuerte expectativa de que el banco central podría ahora buscar una reducción más agresiva en la tasa de interés, con el objetivo de mitigar cualquier riesgo de estancamiento económico y estimular activamente la inversión y el consumo, fomentando así un crecimiento económico más amplio.
Esta disminución sostenida de la inflación no solo alivia los presupuestos familiares, sino que también proporciona un entorno más estable para que las empresas planifiquen y se expandan. El informe del DANE subraya la efectividad de las políticas económicas actuales y la resiliencia del mercado colombiano en la gestión de la estabilidad de precios, sentando un precedente esperanzador para el resto del año.