La participación de la delegación colombiana en el boxeo olímpico terminó con eliminaciones y la obtención de diplomas olímpicos. Yeni Arias, una de las representantes, perdió la oportunidad de avanzar a las semifinales, mientras que Ingrit Valencia, la última esperanza del boxeo colombiano, no pudo superar a la kazaja Nazym Kyzaibay. La decisión de los jueces fue contundente, con un 4-1 que dejó a Valencia fuera de competencia y marcó el fin de su carrera deportiva.
Ingrit Valencia, oriunda de Morales, Cauca, a sus 35 años, anunció que se retira del boxeo tras conseguir un diploma olímpico, el séptimo para Colombia en esta edición de los Juegos Olímpicos. Valencia expresó su deseo de retomar sus estudios y dedicarse a su familia. “Es triste, de verdad que nadie quiere perder, pero también nos debemos preparar para eso. Llevo muchos años así: pierdo, gano, gano, pierdo. Con eso aprendí a ser resiliente y a trabajar más fuerte”, afirmó.
La boxeadora resaltó que su despedida llega en un buen momento, permitiendo a las nuevas generaciones tomar su lugar. “Las pérdidas para mí siempre fueron enseñanzas, así que esta fue una más, no para el deporte, pero sí para la vida. Esto enseña a mis compañeras a que tienen que seguirse preparando, a que no deben descansar hasta que les logren levantar la mano y escuchen su himno”, subrayó Valencia.
En medio de su despedida, Ingrit Valencia también respondió a las críticas, defendiendo el arduo trabajo de los atletas de alto rendimiento. “A esas personas decirles que se pongan en los zapatos de los atletas, que si no practican ningún deporte que lo hagan, que lo intenten por lo menos porque ser atleta de alto rendimiento no es fácil. Venimos a otros países a representar a Colombia de la mejor manera y no a recibir críticas”, señaló.
Valencia hizo un llamado a la empatía y el respeto, criticando a quienes juzgan sin conocer el esfuerzo que requiere el deporte. “Creo que muchos de los que nos critican se sientan en un mueble a comer, mantienen pesados, no hacen nada por la vida y critican a un atleta que lleva toda la vida dedicado a esto. Eso no me parece justo. A esas personas, decirles que sean más conscientes de lo que hacen, que no hagan daño con la boca, si no saben que no hablen”, expresó.
El legado de Ingrit Valencia en el boxeo colombiano es uno de esfuerzo, resiliencia y dedicación. Su carrera, marcada por altos y bajos, es un testimonio de su fortaleza y espíritu inquebrantable, inspirando a futuras generaciones a perseguir sus sueños con pasión y perseverancia.