La EPS Sanitas, una de las entidades de salud más grandes del país con 5.7 millones de afiliados, ha sido intervenida por la Superintendencia Nacional de Salud debido a presuntas irregularidades financieras.
Esta medida se tomó después de que el gobierno de Gustavo Petro acusara a sus directivos de mal manejo de recursos, lo que habría llevado a una escasez financiera.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, expresó preocupación por la situación financiera de la EPS, señalando que a pesar de recibir una importante suma de dinero del gobierno en los últimos años, la entidad sigue alegando falta de recursos. Entre 2019 y 2023, el Estado le giró a Sanitas $31 billones, pero la EPS insiste en que sus reservas técnicas son insuficientes.
La intervención de la Superintendencia generó críticas, especialmente de la oposición, quienes consideran que esta medida puede afectar la salud de los colombianos. Sin embargo, se aseguró que la prestación de servicios a los usuarios de la EPS Sanitas continuará de manera normal durante la intervención.
El Estado asumirá el control a través de un interventor designado por la Superintendencia Nacional de Salud, garantizando así la continuidad en la atención médica de los afiliados.