La responsabilidad contractual de la organización Buena Vibra Eventos, para cancelar el festival versión 2022 derivó al parecer de estar en bancarrota, es decir, estaban endeudados según un reporte financiero.
Según la información suministrada por el medio de comunicación digital La Vorágine, la empresa reportó activos ante Cámara de Comercio de Bogotá en el 2021, por un valor de $2.017 millones mientras que en pasivos fueron $1.946 millones, en decir, que el 96% de su capital ya estaba comprometido y no podían hacer grandes investigaciones.
En pocas palabras el dueño de la empresa Buena Vibra Eventos, Alejandro Casallas, era consciente en que las finanzas de la empresa que reportó ante Cámara y también al RUES, Registro Unión Empresrial Social, lo dejaría en evidencia dado que para finales del 2021 él juntos con la administración municipal estaban promocionando el evento, sin embargo se desconoce sí desde la administración Hurtado eran conscientes de esa situación.
Otro punto que quedó en evidencia fue las contradictores que se generaron debido que para fecha de cancelación del Festival en Ibagué, los organizadores hicieron pública la información que habían amenazas de muerte en contra de las directivas, pero en la actualidad también se desconoce sí realmente hay denuncias en la Fiscalía; en consecutivo a todo eso al parecer sería la cortina de humo para encubrir las verdaderas razones en materia financiera de la organización del evento.
Por esa razón podrían haber denuncias de estafa que cursan en la actualidad no solo en Fiscalía, también denuncias en otras instancias como la Superintendencia de Industria y comercio, para que se investigue a fondo dado que la empresa Buena Vibra Eventos podría ser objeto de una auditoria fiscal para desentrañar una situación difícil para los afectados.
Como sería el caso del dueño de Playa Hawai, quien denunció que se fueron y les quedaron debiendo no solo el arriendo del terreno donde se pretendía hacer el festival sino también alimentación, hospedaje, entre otros, por parte de los integrantes organizadores así como empleados del evento.
Finalmente, se espera que las investigaciones arrojen otros delitos que haya podido incurrir Casallas, como malversación de dinero, lavado de dinero, concierto para delinquir, estafa, hurto agravado y falsedad en documento público porque no consignó al parecer los verdaderos estados financieros ante las entidades competentes.