El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, advirtió que no existe interés real en el Congreso para discutir la reforma al sistema de salud, defendió la intervención a varias EPS por su insolvencia financiera y aseguró que el proyecto cuenta con aval fiscal, pese a los argumentos en contra de algunos sectores políticos.
El ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Alfonso Jaramillo, lanzó una fuerte crítica al desarrollo del debate legislativo sobre la reforma a la salud, al señalar que desde abril se repite un mismo patrón de dilaciones que impiden avanzar en la discusión de fondo. En entrevista con La W Radio, el funcionario sostuvo que existen justificaciones constantes para frenar el trámite del proyecto, pese a la urgencia de corregir los problemas estructurales del sistema.
Según Jaramillo, la falta de voluntad política ha sido un obstáculo permanente para sacar adelante la iniciativa del Gobierno. “Lo que vemos es que no hay interés en discutir la reforma. Se buscan excusas para no avanzar”, afirmó, al tiempo que insistió en que el país no puede seguir postergando decisiones que impactan directamente la atención en salud de millones de colombianos.
El ministro defendió nuevamente la intervención a varias Entidades Promotoras de Salud (EPS), aclarando que estas medidas no responden a una estrategia de cierre, sino a la crítica situación financiera de dichas entidades. Explicó que las EPS intervenidas carecen de capital, presupuesto y reservas, condiciones que ponen en riesgo la prestación del servicio y la estabilidad de la red de prestadores.
En ese contexto, Jaramillo reiteró que el objetivo principal de las intervenciones es proteger hospitales, clínicas y trabajadores del sector, evitando un colapso que afectaría directamente a los usuarios. A su juicio, permitir que estas EPS continúen operando sin solvencia sería irresponsable y profundizaría la crisis del sistema.
El jefe de la cartera también destacó que el Gobierno ha priorizado el fortalecimiento de los servicios hospitalarios en todo el país, con la apertura y ampliación de áreas clave como pediatría y ginecobstetricia, especialmente en regiones históricamente desatendidas. Estos avances, aseguró, demuestran que la política de salud va más allá del debate legislativo.
Frente a los cuestionamientos sobre la financiación de la reforma, Jaramillo fue enfático en afirmar que la caída de la Ley de Presupuesto en el Congreso no afecta el respaldo económico del proyecto. Indicó que el Ministerio de Hacienda ya otorgó el aval fiscal, y cuestionó que algunos senadores utilicen este argumento como una excusa para frenar el debate.
“El sistema arrastra un hueco que no es nuevo y necesita una reforma para solucionarlo”, señaló el ministro, insistiendo en que el proyecto busca ordenar las finanzas, corregir distorsiones históricas y garantizar un modelo de atención más eficiente y equitativo para la población.
Finalmente, Jaramillo reiteró el llamado al Congreso para que asuma con responsabilidad la discusión de la reforma a la salud, subrayando que el país no puede seguir aplazando decisiones estructurales. El Gobierno, afirmó, mantiene su postura de diálogo, pero insiste en que el debate debe darse con rigor técnico y pensando en el interés general de los ciudadanos.









