Una tragedia sacudió la tranquilidad del barrio Arkaparaiso, en Ibagué, la noche del sábado 4 de enero, cuando Luz Myriam Álvarez Padilla, de 61 años, fue asesinada a manos de su nieto Juan David Díaz, de 20 años. El hecho ocurrió en la carrera Segunda con calle 83, manzana A, cerca de las 9:00 p.m., en un episodio que ha generado dolor e indignación en la comunidad.
Según los primeros testimonios, el joven, quien enfrentaba problemas de adicción a las drogas, habría atacado a su abuela con unas tijeras durante un episodio de ira, causándole múltiples heridas. Aunque Luz Myriam pidió auxilio en repetidas ocasiones, las lesiones fueron fatales.
Tras cometer el ataque, Juan David intentó huir saltando por los techos de las viviendas cercanas, pero sufrió una caída que permitió a los vecinos retenerlo y entregarlo a las autoridades. Fotografías obtenidas por los investigadores muestran al agresor con manchas de sangre en sus manos y ropa, confirmando su implicación en el hecho.
El lugar fue intervenido por la Policía Metropolitana de Ibagué y agentes del CTI, quienes se encargaron de capturar al sospechoso y realizar las diligencias judiciales correspondientes. Este caso ha reavivado el debate sobre la atención a las personas con problemas de adicción y la prevención de la violencia intrafamiliar.
La alcaldesa de Ibagué, Johan Aranda, expresó su rechazo absoluto al suceso a través de sus redes sociales. “No más violencia, no más pérdidas irreparables. Hoy Ibagué llora una tragedia que nos rompe el corazón. Lamentamos profundamente la muerte de Luz Myriam Álvarez Padilla. Como madre, hija y alcaldesa, este hecho me llena de tristeza e indignación”, señaló.
Aranda también hizo un llamado a la sociedad y las autoridades para trabajar en conjunto en la prevención de estos actos. “Debemos unirnos para proteger la vida y fortalecer el tejido familiar. Mi solidaridad con los seres queridos de Luz Myriam. No están solos. Haremos todo lo necesario para que se haga justicia”, concluyó.
Este trágico evento pone en evidencia la necesidad urgente de implementar estrategias de apoyo para las familias que enfrentan conflictos asociados a problemas de salud mental y adicciones. Mientras tanto, la comunidad de Arkaparaiso se encuentra consternada y clama por justicia para Luz Myriam.
La ciudadanía ha reiterado su llamado a fortalecer programas de prevención de la violencia intrafamiliar y de atención integral para quienes luchan contra adicciones, con el fin de evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir en la capital tolimense.