El expresidente Juan Manuel Santos respondió a las acusaciones formuladas por el exmandatario Álvaro Uribe Vélez, quien lo señaló de presuntos actos de corrupción y de haber entregado el país a la guerrilla de las FARC. Santos calificó estas declaraciones como infundadas y malintencionadas, asegurando que buscan desviar la atención de los procesos judiciales que enfrenta Uribe.
Las acusaciones de Uribe incluyen señalamientos sobre la presunta responsabilidad de Santos en el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado, la supuesta entrega de dineros de Odebrecht a su campaña, la manipulación del Plan Colombia, el incremento de los cultivos ilícitos y la compra de votos con el mecanismo conocido como “mermelada”.
Santos, a través de un comunicado, desmintió categóricamente estas acusaciones y enfatizó que su gobierno se destacó por la lucha contra la corrupción, la reducción de la violencia y la firma del Acuerdo de Paz con las FARC, el cual —según él— permitió una transformación en el país, aunque enfrentó resistencia por parte de sectores políticos afines a Uribe.
“Mi administración siempre actuó en el marco de la legalidad y la transparencia. Las afirmaciones del expresidente Uribe son una estrategia para desviar la atención de sus propios problemas judiciales”, señaló Santos en su respuesta.
Sobre el aumento de los cultivos ilícitos, Santos recordó que su gobierno implementó estrategias de sustitución voluntaria de cultivos con el apoyo de la comunidad internacional, pero que el problema del narcotráfico es estructural y no se puede reducir a una cifra aislada.
En relación con el fast track y el plebiscito, el exmandatario indicó que todas las acciones relacionadas con la implementación del Acuerdo de Paz fueron avaladas por la Corte Constitucional, y que se tomaron las decisiones necesarias para garantizar la continuidad del proceso de paz.
El expresidente también rechazó la afirmación de que contrató al abogado Reyes con el propósito de perjudicar judicialmente a Uribe, afirmando que se trata de una falsedad más dentro de la serie de acusaciones sin fundamento.
Finalmente, Santos hizo un llamado a la sensatez y pidió que el debate político en Colombia se base en hechos y no en ataques personales, instando a que el país avance en temas de reconciliación y desarrollo sin caer en la polarización extrema.