En una reunión que concluyó hace pocas horas, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) anunciaron que mantendrán sus recortes voluntarios de producción de crudo, prolongando la escasez artificial en el mercado global hasta bien entrado el próximo año. Esta decisión, aunque previsible para los observadores más cercanos, ha inyectado una volatilidad significativa en los mercados financieros, impulsando el precio del barril Brent por encima de los $USD92.
Detalle de los Recortes
Fuentes cercanas a la OPEP+ confirman que el recorte total se mantendrá en aproximadamente 2 millones de barriles diarios, una medida liderada por Arabia Saudita y Rusia. El objetivo principal de esta estrategia es estabilizar el precio del petróleo y asegurar que se mantenga por encima del umbral de rentabilidad de sus presupuestos nacionales. La medida desafía directamente las presiones de consumo de Occidente y subraya la nueva influencia del bloque.
Reacción de los Mercados y Analistas
La reacción inmediata fue un repunte del 2% en el crudo. Sin embargo, el Wall Street Journal reportó hoy que varios analistas de Goldman Sachs y J.P. Morgan consideran que si la demanda global, especialmente de China e India, se mantiene robusta en el primer trimestre de 2026, la prolongación de los recortes podría llevar el precio del petróleo a superar la barrera psicológica de los $100 por barril, activando temores inflacionarios a nivel mundial.
Implicaciones para la Economía Global
El aumento sostenido del precio del petróleo tiene tres consecuencias inmediatas para los mercados de la región:
- Inflación: Encadenamiento de costos en transporte y producción, presionando al alza el costo de vida.
- Reservas Estratégicas: Presión sobre EE. UU. y la AIE para liberar más reservas.
Monedas Regionales: Riesgo de depreciación en países importadores netos de energía.
La decisión de la OPEP+ no es solo una estrategia de precios, sino una declaración geopolítica. Los inversores deberán ajustar sus expectativas inflacionarias y considerar que el riesgo de un petróleo a tres dígitos sigue siendo alto, especialmente ante la falta de cooperación entre productores y consumidores.









