El representante en salud del sindicato SUTET-SIMATOL denunció que Emcosalud exige una cápita de 80.000 pesos mientras la Fiduprevisora propone 48.000. La disputa dejó sin atención primaria a miles de docentes y desató un cruce de acusaciones sobre prácticas irregulares en el régimen especial del magisterio.
Docentes afiliados al régimen especial de salud del magisterio en el Tolima atraviesan una crisis: la suspensión temporal de servicios básicos de atención primaria por el conflicto entre Emcosalud y la Fiduprevisora por el valor de la cápita. En ocho municipios del departamento, maestros denunciaron la imposibilidad de acceder a servicios de medicina general, odontología, pediatría y ginecología bajo el esquema del nuevo modelo.
Irma Constanza Prada, representante en salud del sindicato SUTET-SIMATOL, aseguró que la negociación se ha convertido en una batalla de cifras: “Emcosalud está presionando para que se pague una cápita de 80.000 pesos; la Fiduprevisora plantea 48.000, que ya es superior a los cerca de 30.000 que pagan las EPS del régimen común”. Prada señaló que en años anteriores se llegaron a pagar 150.000 por usuario, sin cobertura integral.
El nuevo modelo de salud docente, vigente desde mayo de 2024, fue instaurado con el propósito de ampliar la cobertura y permitir la libre elección de prestadores entre los maestros y sus familias. Para los sindicatos, la esencia de ese modelo es viable, pero denuncian que algunos operadores están imponiendo condiciones injustas para beneficiarse de los recursos del Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio (FOMAG).
Según los voceros sindicales, en el momento se activó un plan de contingencia para que clínicas y hospitales de Ibagué, Chaparral, Líbano, Honda, Mariquita y Fresno asuman los servicios de atención general, especialidades básicas, laboratorios e imágenes diagnósticas de primer nivel. En municipios como Espinal actúa la central de especialistas, mientras que en Ortega aún se busca prestador.
La transición no ha sido fácil. Los sindicatos reconocieron que durante las primeras horas se generaron traumatismos con filas y congestión en prestadores como Promover, cuando docentes acudieron a consultas pendientes esperando ser atendidos. Aun así, destacaron que la robustez de la red del nuevo modelo permitió que el servicio se normalizara rápidamente.
En paralelo, los líderes sindicales afirmaron que los servicios críticos siguen operando con normalidad: urgencias, suministro de medicamentos y atención de mediana y alta complejidad siguen vigentes mediante una red compuesta por más de 150 prestadores, incluyendo clínicas como la Clínica Tolima, Clínica Ibagué, Medicadiz, Promover y Somosalud.
Prada fue clara en decir que la lucha no es contra el modelo, sino contra quienes pretenden “convertir los fondos del magisterio en la gallina de los huevos de oro de unos pocos empresarios”. “Exigimos un uso responsable, claridad en recursos, calidad en atención y un enfoque preventivo que favorezca la salud de los maestros y no su explotación”, afirmó.
Mientras tanto, continúa la negociación entre la Fiduprevisora y Emcosalud en medio de la tensión generada por el monto de la cápita. Decenas de miles de docentes en el Tolima permanecen en incertidumbre sobre cuándo podrán volver a tener acceso pleno a sus servicios básicos de salud.