En el marco del proyecto TEFIESPAZ Teatro Filosófico para Construir Escenarios de Paz, financiado a través de las Becas Crear Paz del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, se presentó la obra “Mambrú Volvió a la Escuela, Este es Otro Cuento”. Dirigida por Erik González, miembro activo del programa PASO, la puesta en escena surge como un ejercicio de memoria y resistencia frente a la crudeza del conflicto armado, especialmente el reclutamiento de menores en zonas rurales del país.
La obra, que cuenta con la participación de 16 actores y actrices naturales, se construyó de manera colaborativa a través de talleres y ensayos. Utilizando el juego infantil como metáfora, los participantes transformaron experiencias difíciles en actos simbólicos de resiliencia y esperanza. Durante los 30 minutos de presentación, el público es invitado a reflexionar sobre el impacto de la violencia en las comunidades y a sensibilizarse con las historias de resistencia y sufrimiento de las víctimas.
Inspirada en el poemario “Versos Descarnados para No Olvidar lo que Nos Ha Pasado” y en la lectura sentipensante del capítulo “No es un Mal Menor” de la Comisión de la Verdad, la obra articula el arte y la memoria como herramientas fundamentales para la reconstrucción del tejido social. El proceso artístico no solo busca honrar a las víctimas, sino también fomentar la cohesión y la identidad colectiva en las comunidades afectadas.
Aporte a la economía solidaria y la comunidad
El proyecto tiene un impacto significativo en la comunidad al abordar el fortalecimiento del tejido social y la economía solidaria:
1. Fortalecimiento de la asociatividad: El teatro, como práctica colaborativa, fomenta la construcción de redes de apoyo entre actores y comunidad. Este proceso impulsa valores como la solidaridad y la cooperación, claves para desarrollar proyectos colectivos en otros ámbitos.
2. La memoria histórica como bien común: La obra promueve la memoria colectiva como un recurso compartido que fortalece la identidad cultural y social de las comunidades. Desde la perspectiva de la economía solidaria, esta memoria actúa como un activo que empodera a la población y fomenta alternativas frente al impacto del conflicto armado.
3. Empoderamiento local y valor social: Al incluir a miembros de la comunidad como protagonistas, el proyecto evidencia cómo la participación activa puede generar empoderamiento económico y cultural. Esto abre la puerta a la creación de iniciativas autogestionadas, como colectivos artísticos y redes culturales comunitarias.
4. Impacto educativo y cultural: A través del teatro filosófico, la obra promueve el pensamiento crítico y valores de equidad y justicia social. Este enfoque transforma mentalidades y fortalece los lazos de confianza necesarios para construir un futuro en paz.
El mensaje de “Mambrú Volvió a la Escuela” no solo se limita a la denuncia del reclutamiento de menores, sino que va más allá al proponer una alternativa transformadora basada en el arte, la filosofía y el trabajo colectivo. De esta manera, se convierte en una herramienta efectiva para sanar heridas, reconstruir comunidades y fortalecer modelos de desarrollo local.
El éxito de esta iniciativa radica en su capacidad para visibilizar las historias de las víctimas y, al mismo tiempo, ofrecerles un espacio de expresión y sanación. Asimismo, demuestra que el arte puede ser un pilar transformador para promover la paz y la resiliencia en los territorios más afectados por el conflicto armado.
Finalmente, Mambrú Volvió a la Escuela, Este es Otro Cuento es más que una obra de teatro. Es un acto de resistencia, memoria y reconstrucción social que articula el arte, la filosofía y la economía solidaria. La iniciativa dirigida por Erik González no solo sensibiliza al público sobre el drama del reclutamiento de menores, sino que también abre el camino hacia la transformación comunitaria y la construcción de un país más justo y en paz.