El secretario de Gobierno de Ibagué, Edward Amaya, desestimó la obligatoriedad del protocolo entregado por el Ministerio de Justicia sobre el manejo del consumo de sustancias alucinógenas en espacios públicos. En declaraciones recientes, Amaya afirmó que este protocolo, recientemente proporcionado por el Gobierno Nacional, no impone obligaciones a las administraciones locales, sino que consiste en recomendaciones para el manejo del consumo de drogas en lugares y horarios específicos.
Desde la Alcaldía de Ibagué, se compartieron los lineamientos que seguirá la administración de Johana Aranda en relación con el consumo de sustancias estupefacientes en parques y otros lugares públicos.
Amaya resaltó que el decreto dejado por la administración anterior proporciona una herramienta jurídica sólida y excluye áreas para el consumo de este tipo de sustancias, aportando así a una regulación más firme.
El secretario de Gobierno también abordó una situación registrada el pasado fin de semana en un escenario deportivo de la ciudad, donde se reportó el consumo de sustancias ilegales.
Explicó que un miembro de la Sijin, en respuesta a una llamada de la comunidad por consumo de drogas, llevaba a cabo una actividad legal en un sitio donde el decreto prohíbe este tipo de prácticas, particularmente en lugares destinados a actividades deportivas para niños.
Amaya reiteró que, aunque el protocolo del Gobierno Nacional no es de obligatorio cumplimiento, muchos de los lineamientos ya han sido adoptados. Aseguró que, en caso de requerir ajustes, la administración estará abierta a realizarlos, reconociendo la completitud del decreto proferido. Sin embargo, enfatizó que la no obligatoriedad del protocolo no implica desinterés por parte de la Alcaldía, sino la necesidad de evaluar y ajustar las recomendaciones según las particularidades de la ciudad.