El panorama político en el Tolima se ha visto sacudido por la firmeza del dirigente liberal Mauricio Jaramillo, quien se niega a dar marcha atrás en su aspiración a la Gobernación del departamento, a pesar de las discusiones y cuestionamientos que han surgido en torno a su posible inhabilidad para postularse.
Hace algunos días, Jaramillo había anunciado en una reunión con directivos de los partidos Verde y Liberal que no sería candidato debido a problemas jurídicos que lo afectaban. Sin embargo, ha dado un giro inesperado y mediante un comunicado, ha ratificado su candidatura, argumentando que no está inhabilitado como se ha sugerido. El punto de controversia radica en que el hermano de Jaramillo, Guillermo Alfonso, ocupa el cargo de ministro de Salud.
La postura de Jaramillo difiere del concepto emitido por el Consejo de Estado, el cual establece que la inhabilidad podría extenderse incluso por la designación de Guillermo Alfonso como presidente encargado. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para disuadir al candidato, quien ha expresado que los señalamientos de inhabilidad son una estrategia de sus opositores para afectar su candidatura.
La división en el panorama político se ha acentuado con la insistencia de Jaramillo, quien hace un llamado a respetar a los ciudadanos y a no desorientar al electorado con especulaciones basadas en un concepto del que aún no se tiene conocimiento oficial. El dirigente considera que su candidatura cuenta con el respaldo de diferentes partidos políticos y que está habilitado legalmente para ser el próximo gobernador del Tolima.
Ahora, la atención se centra en las próximas elecciones regionales, en las que los votantes tendrán la tarea de decidir el futuro político del departamento. Las aspiraciones de Mauricio Jaramillo siguen en pie, y la disputa por la Gobernación del Tolima promete ser una contienda reñida y llena de incertidumbre hasta el último momento.