En medio de una crisis de movilidad no declarada en Ibagué, marcada por el deterioro de la malla vial y la falta de soluciones integrales, el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), dirigido por el excongresista Aquileo Medina, anunció la contratación de cuatro proyectos que suman más de $57.000 millones. La millonaria inversión ha generado controversia debido a su ejecución tardía y al impacto limitado que podría tener frente a los problemas de movilidad de la ciudad.
Entre las iniciativas presentadas se encuentra la modernización de semáforos, que busca reemplazar la infraestructura actual con tecnología avanzada para mejorar la sincronización y accesibilidad. Este proyecto iniciaría en febrero. También se anunció la rehabilitación de la carrera Quinta en su segunda fase, que abarcará el tramo entre la calle 10 y la calle 58 en ambos sentidos. Sin embargo, su contratación se prevé hasta marzo y tendrá una duración de nueve meses, lo que podría generar afectaciones en el tráfico.
Adicionalmente, el SETP ejecutará un estudio para actualizar el diseño operacional del transporte público en la ciudad y la instalación de más de 1.000 paraderos nuevos con señalización vertical tipo banderín. Estas medidas buscan optimizar la movilidad urbana, pero han sido criticadas por no atender de manera inmediata las urgencias viales de Ibagué.
“Venimos trabajando de la mano con los líderes del transporte público, dueños de busetas y las empresas operadoras, y por supuesto, con la comunidad. Queremos que Ibagué dé un salto de calidad en su movilidad”, aseguró Aquileo Medina, gerente del SETP. No obstante, la falta de acciones concretas sobre la renovación de la flota de buses y la mejora en la conectividad vial ha generado descontento entre la ciudadanía.
El anuncio de estos proyectos también pone en evidencia la disponibilidad de recursos públicos para la contratación de obras, a pesar de que la alcaldesa Johana Aranda ha manifestado dificultades presupuestales en otros frentes. Esto ha alimentado críticas sobre la prioridad de la inversión y la transparencia en la ejecución de los fondos.
Además, la cercanía de Aquileo Medina con el exalcalde Andrés Hurtado ha despertado sospechas sobre el uso de estos proyectos como plataforma política de cara a las próximas elecciones. Se ha señalado que el “hurtadismo” busca posicionar candidatos en distintos cargos de elección popular, utilizando el poder del SETP como un activo clave en su estrategia.
La comunidad sigue a la espera de soluciones estructurales a los problemas de movilidad en Ibagué, mientras que el debate sobre la eficiencia y transparencia en la ejecución de estos proyectos continúa. La pregunta sigue abierta: ¿realmente mejorará el transporte público con estas inversiones o se trata de un movimiento político disfrazado de gestión pública?