Durante una reunión con líderes sociales en Casanare, el ministro del Interior, Armando Benedetti, hizo una controvertida declaración sobre la consulta popular promovida por el gobierno, relacionándola con una supuesta “mini-reelección” del presidente Gustavo Petro, en vísperas de las marchas del 1 de mayo.
Tras intervenir en la cumbre de gobernadores en Yopal, el ministro del Interior, Armando Benedetti, sostuvo un encuentro con líderes sociales del departamento de Casanare, donde abordó la preparación de los comités regionales que respaldarán el “Sí” en la consulta popular impulsada por el gobierno nacional.
Durante su intervención, Benedetti se refirió a las movilizaciones convocadas por el presidente Gustavo Petro para el próximo 1 de mayo, en las que se espera la radicación oficial del proyecto de convocatoria de la consulta. Fue en ese contexto donde lanzó una frase que generó revuelo: “Hay muchas cámaras para decirlo, pero la mini-reelección del presidente es el primero de mayo en la marcha que se va a hacer y en la consulta popular”.
La declaración provocó inmediatas reacciones en medios y redes sociales, debido a que la reelección presidencial está prohibida constitucionalmente en Colombia. Ante la polémica, Benedetti aclaró más tarde ante periodistas que no hablaba en sentido literal, sino que se refería al respaldo popular que el presidente espera obtener en las calles y en las urnas para avanzar con sus reformas sociales.
“El presidente no busca reelegirse, eso no es posible ni es el objetivo. Se trata de una demostración de apoyo ciudadano para validar las transformaciones que el gobierno quiere impulsar”, matizó el ministro, tratando de calmar las aguas.
Pese a sus explicaciones, las palabras de Benedetti reavivaron críticas por parte de sectores de oposición que interpretan la consulta como una estrategia para fortalecer políticamente al gobierno y alinear fuerzas de cara a las elecciones presidenciales de 2026, donde el Pacto Histórico busca mantener el poder con un candidato propio.
La iniciativa del presidente Petro deberá primero superar un obstáculo clave: la aprobación en el Senado. El gobierno necesita al menos 53 votos en la plenaria para dar luz verde a la convocatoria. Según analistas, la mayoría es frágil y depende de alianzas inestables en el legislativo.
Una vez aprobado por el Congreso, la Registraduría Nacional tendría un plazo de tres meses para realizar la consulta popular. El desafío será movilizar a más de 13 millones de votantes y lograr que al menos la mitad se pronuncie afirmativamente sobre las 12 preguntas incluidas en el proyecto.
Mientras tanto, el país entra en modo campaña anticipada, con una estrategia del oficialismo que busca movilización ciudadana, unidad política y legitimidad popular para las reformas. La frase del ministro Benedetti, aunque corregida, refleja una narrativa que apunta a medir la fuerza del gobierno en las calles y en las urnas.