El cubrimiento con pintura gris del mural ‘Las Cuchas Tienen Razón’, ubicado en la glorieta del Éxito de Ibagué, ha generado una nueva ola de protestas. Horas después de la intervención, aparecieron pancartas en el mismo sitio con mensajes que rechazan la eliminación del grafiti y reivindican la lucha por la justicia social.
El mural, que se había convertido en un símbolo de resistencia y protesta, fue cubierto la mañana del 31 de enero de 2025 por un grupo de aproximadamente 15 personas, entre ellos empresarios y miembros de la reserva de las fuerzas militares y la Policía Nacional. Según Diego Andrade, uno de los organizadores de la intervención, la intención era evitar la proliferación de grafitis en la ciudad y promover imágenes que resalten la identidad tolimense.
La eliminación del mural no tardó en generar reacciones. “Podrán tapar una pared, pero nunca la voz de resistencia y la cual pide a gritos justicia social”, expresó un ciudadano en redes sociales, reflejando el sentir de quienes veían en la obra un espacio de expresión legítima.
Las nuevas pancartas, de autoría desconocida, fueron colocadas en diferentes puntos de la ciudad, especialmente en el sitio donde estaba el mural. La rápida respuesta de los manifestantes evidencia la polarización en torno al uso del espacio público y la representación de la protesta social en el arte urbano.
Mientras los promotores de la intervención argumentan que su objetivo es embellecer la ciudad con imágenes del Nevado del Tolima, los Ocobos y figuras representativas de la región, otros consideran que la eliminación del mural es un intento de silenciar el descontento ciudadano.
El debate ha trascendido a la opinión pública, con posturas divididas entre quienes defienden el derecho a la libre expresión y quienes respaldan la idea de recuperar espacios para un enfoque más estético y cultural.
Organizaciones de derechos humanos y colectivos artísticos han expresado su preocupación por lo que consideran una acción de censura. “Más allá del mural, lo que se está cuestionando es el derecho a manifestarse y a ocupar el espacio público con mensajes de cambio y resistencia”, afirmó un activista local.
El gobierno municipal aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la polémica, mientras que en redes sociales continúan las discusiones sobre el futuro de la expresión artística en el espacio público de Ibagué.