El mural realizado esta semana en Ibagué en solidaridad con Palestina fue borrado en la madrugada por desconocidos. Artistas denuncian la censura del arte que denuncia el sufrimiento de los pueblos en conflicto y la falta de respeto por la libertad de expresión en el espacio público.
Un mural de gran carga simbólica y política, pintado esta semana en el centro de Ibagué en solidaridad con Palestina, fue borrado en la madrugada por un par de desconocidos. La acción de borrar la obra se produjo solo dos días después de su creación, lo que ha generado indignación y denuncia por parte de los artistas que lo realizaron.
Los artistas responsables del mural, incluidos egresados y estudiantes de la Universidad del Tolima, expresaron su descontento a través de las redes sociales, destacando la diferencia entre su trabajo colectivo y la actitud de los agresores. “Nosotros pintamos con alegría y en público, ellos lo hicieron en la oscuridad, con miedo, borrando la verdad”, mencionaron en su publicación.
El mural, que representaba un mensaje de solidaridad con Palestina, se convirtió en un acto de resistencia y denuncia sobre el genocidio que vive el pueblo palestino. Los artistas involucrados explicaron que esta obra no tiene una agenda política de izquierda o derecha, sino que responde a la necesidad humana de solidarizarse con los pueblos que sufren.
En su denuncia, los artistas también hicieron una crítica al uso del espacio público y la cultura en la ciudad. “Mientras nosotros hicimos vaca para pintar, ellos, con dinero, compraron pintura gris para cubrir nuestro mensaje”, señalaron, refiriéndose a los responsables del borrado. La confrontación, según ellos, no es solo política, sino una disputa por el control del discurso en el espacio público.
Uno de los artistas destacó que la ciudad de Ibagué ha sido históricamente crítica con los movimientos artísticos que cuestionan la realidad, algo que calificó como una forma de censura. “Nos critican por interpretar la realidad en los muros. Nos insultan por reflejar el dolor de la guerra en los ojos inocentes de los niños”, expresó, lamentando la actitud de quienes borran el arte y el mensaje que este lleva consigo.
El mural había sido pintado como un símbolo de resistencia ante la violencia y la injusticia, pero su eliminación a las pocas horas ha dejado una sensación de frustración entre los artistas, quienes ahora reclaman una respuesta clara de las autoridades municipales frente a estos actos de censura.
Por su parte, los defensores del arte han manifestado su apoyo al colectivo, indicando que el espacio público debe ser un lugar donde se puedan expresar las realidades que afectan a la sociedad, sin que haya espacio para la represión. “El arte debe ser un reflejo de la verdad, no de lo que algunos quieren esconder”, afirmaron.
Este incidente también ha abierto un debate en la ciudad sobre el papel del arte en la construcción de la memoria colectiva y el derecho de los artistas a expresarse libremente en el espacio público. Los involucrados en la creación del mural han anunciado que continuarán su labor, a pesar de los obstáculos que enfrentan.