Esta decisión se produce en el tercer día de audiencia, después de que el fiscal Mario Burgos solicitara una medida de aseguramiento no privativa de la libertad.
La decisión del juez se fundamentó en lo que describió como una “argumentación precaria” por parte de la Fiscalía. Según explicó el funcionario judicial, la Fiscalía no logró presentar argumentos sólidos que respaldaran la necesidad de imponer una medida de aseguramiento que privara de la libertad a Nicolás Petro.
El proceso legal ha estado rodeado de expectativas y controversia, ya que Petro es una figura pública de relevancia política. La petición de la Fiscalía para imponer una medida de aseguramiento generó un debate sobre la legalidad y la fundamentación de dicha solicitud.
La decisión de otorgar la libertad condicional a Nicolás Petro destaca la importancia del debido proceso y la rigurosidad en la presentación de argumentos jurídicos. El juez consideró que la Fiscalía no cumplió con su deber de justificar adecuadamente por qué no procedía una medida de aseguramiento más restrictiva.
Este capítulo del proceso legal continúa generando atención y análisis, ya que plantea interrogantes sobre el sistema de justicia y la manera en que se toman decisiones cruciales en casos de relevancia pública. La situación de Nicolás Petro y su proceso judicial seguirán siendo objeto de seguimiento por parte de la opinión pública y los expertos legales.