Israel ha reanudado sus intensos ataques a la Franja de Gaza tras declarar que Hamás rompió el acuerdo de alto el fuego logrado hace un mes. El primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó bombardeos “contundentes” luego de acusar a Hamás de violar los términos del pacto, lo que ha desencadenado una nueva ola de violencia y decenas de víctimas civiles.
El acuerdo de alto el fuego, alcanzado el 10 de octubre de 2025 bajo mediación internacional, contemplaba la liberación de rehenes, la entrada de ayuda humanitaria y un cese de las operaciones militares por ambas partes. Sin embargo, Israel denunció que Hamás incumplió el trato tras entregar restos mortales que no correspondían a los rehenes pactados y retomar acciones armadas contra las fuerzas israelíes.
En respuesta, Israel lanzó múltiples bombardeos aéreos y de artillería en diversas zonas de Gaza, especialmente en Ciudad de Gaza y Jan Yunis, matando al menos a 91 palestinos, incluidos 24 niños y 7 mujeres, según fuentes sanitarias locales. Hamás ha negado las acusaciones e insiste en que el gobierno israelí utiliza cualquier pretexto para romper las negociaciones y retomar la ofensiva militar.
Consecuencias humanitarias
La población civil de Gaza, ya duramente golpeada por meses de asedio y bombardeos, enfrenta una crisis creciente de víctimas, desplazamientos y carencia de servicios esenciales. Los ataques han destruido infraestructuras, hospitales y han incrementado la presión internacional para garantizar la entrada de ayuda humanitaria al enclave palestino.
El conflicto reaviva el debate sobre la viabilidad de los acuerdos alcanzados bajo presión internacional y la fragilidad de la tregua en Medio Oriente. Organismos humanitarios insisten en la necesidad de frenar la escalada bélica para evitar una catástrofe aún mayor en la región.











