En el año 2020, durante la pandemia, Natalia Isabel Guzmán Ortiz, una comunicadora social egresada de la universidad Minuto de Dios, decide adquirir el colegio Gimnasio Infantil La Floresta, para darle un cambio radical a la educación y adoptar nuevas estrategias de comunicación.
El Gimnasio Infantil La Floresta, cuenta en sus instalaciones con una psicóloga de base y dos practicantes de la misma área de la Uniminuto. Una de ellas es Andrea Carolina Garzón González, tiene discapacidad para comunicarse verbalmente, pero de esta forma imparte la mejor educación y conocimientos a sus estudiantes.
No solamente la formación académica hace parte de sus ideales, sino también la labor social hacia las personas que más lo necesitan, aun sabiendo que su sostenimiento económico no es el mejor ”la parte económica es a veces difícil, por las labores sociales que hacemos, ya que tenemos niños de bajos recursos, lo importante es que estamos dando una oportunidad laboral para una persona con discapacidad y educación de calidad a niños y niñas regulares y con diversas discapacidades” afirma Natalia.
La inclusión educativa y las labores sociales para el Gimnasio Infantil La Floresta van de la mano, puesto que no existe ningún límite para salir adelante, para formarse como persona, pero sobretodo, para entender y dar una ayuda a las demás personas.