Después de enfrentar desacuerdos en la redacción de los puntos y de no lograr concertar el tiempo de suspensión del convenio, la ciudad seguirá sumida en un paro indefinido.
El principal punto de fricción que frenó el acuerdo fue la duración de la suspensión del convenio. Mientras que el alcalde había anunciado que sería de cuatro meses, esta propuesta no fue aceptada por los transportadores, lo que marcó el quiebre en las negociaciones.
El viceministro Enríquez expresó su lamento por no haber llegado a un consenso, destacando que el Ministerio estuvo dispuesto a considerar todas las opciones durante más de siete horas y media de diálogo.
A pesar de este revés, el funcionario reafirmó su compromiso para seguir con los diálogos el próximo martes 1 de agosto, con la esperanza de encontrar una pronta solución para la ciudadanía de Ibagué. El paro transportador ha afectado significativamente a la ciudad, dejando a miles de ciudadanos sin un servicio de transporte público adecuado y generando pérdidas económicas para el sector y la comunidad en general.
Se espera que en la próxima reunión las partes involucradas encuentren puntos de encuentro y puedan llegar a un acuerdo que permita levantar el paro y reanudar las actividades normales en la ciudad. Las autoridades y los transportadores buscan una solución que beneficie a ambas partes y que garantice una operación eficiente y sostenible del transporte público en Ibagué.
La ciudadanía se mantiene expectante y espera que las próximas negociaciones arrojen resultados positivos que pongan fin al paro y restauren la normalidad en la movilidad de la ciudad. Sin embargo, el camino hacia un acuerdo sigue siendo incierto y dependerá de la disposición y la voluntad de las partes para llegar a compromisos mutuos.