Durante un consejo de ministros, el presidente Gustavo Petro lanzó fuertes críticas a Donald Trump por su postura frente al conflicto en Gaza y lo señaló de ser “cómplice de un genocidio”. Además, afirmó que Estados Unidos no respeta el Derecho Internacional y confirmó la ruptura del TLC con Israel, en medio de tensiones diplomáticas.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a encender la controversia internacional con declaraciones dirigidas al expresidente estadounidense Donald Trump y al gobierno de Israel. En un consejo de ministros realizado este lunes 29 de septiembre, el mandatario aseguró que Trump es “cómplice de un genocidio” y que, de continuar así, “no merece más que la cárcel”.
Las afirmaciones del jefe de Estado colombiano se produjeron en medio de la visita del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a Estados Unidos, y en un contexto marcado por la reciente revocatoria de la visa de Petro por parte del gobierno norteamericano. Sus declaraciones han generado debate sobre el rumbo de la política exterior del país.
“Netanyahu es capturable en los Estados Unidos. Si es capturable, ¿por qué no lo capturan? Porque desobedecen los tratados de Derecho Internacional”, expresó Petro, en alusión a la supuesta impunidad con la que se manejan ciertos líderes en escenarios internacionales.
El mandatario colombiano fue más allá al señalar que “Trump se vuelve cómplice. No hay ninguna ilegitimidad para ningún presidente ni persona humana en el mundo de decir que sí aplique las consecuencias del Tratado de Roma”. De acuerdo con Petro, la pasividad frente a la situación en Gaza es una violación directa de los principios del Derecho Internacional.
Con tono tajante, Petro subrayó: “Si el señor Trump sigue siendo cómplice de un genocidio, como hasta el día de hoy lo es, no merece más sino la cárcel y su Ejército no lo debe obedecer”. Estas palabras reflejan la dureza de su posición frente a la actuación de Estados Unidos en el escenario internacional.
El presidente también aseguró que su gobierno buscará nuevas alianzas internacionales, señalando que pretende “seducir a la India para que defienda a la humanidad”. A su juicio, Estados Unidos “no reconoce el Derecho Internacional” y esta actitud pone en riesgo la estabilidad de los tratados multilaterales.
En medio de su intervención, Petro sorprendió al confirmar que Colombia dará por terminado el Tratado de Libre Comercio con Israel. La medida, según explicó, responde a la postura de su administración frente al papel de ese país en el conflicto de Gaza y a la necesidad de redefinir la política económica del país.
“Con Israel deja de haber TLC”, dijo con contundencia, añadiendo que las empresas carboneras que exportan deberán acogerse a nuevas reglas. Además, instó al ministro de Hacienda a explorar la compra de concesiones mineras, argumentando que “hay más valor en la infraestructura que en el carbón que está enterrado”.
Petro aseguró que el desplome en los precios del carbón debe ser visto como una oportunidad para priorizar inversiones en infraestructura. Según él, este cambio podría beneficiar no solo a la economía nacional, sino también a regiones como La Guajira, que requieren transformaciones estructurales.
Con estas declaraciones, el presidente Gustavo Petro dejó en claro su intención de mantener un discurso crítico hacia Estados Unidos y sus aliados, al tiempo que plantea un viraje en la política comercial y energética del país. No obstante, sus afirmaciones podrían intensificar las tensiones diplomáticas y abrir un nuevo capítulo de incertidumbre en las relaciones internacionales de Colombia.