En el Paseo Bolívar de Barranquilla, el Gobierno presentó por la mañana un acto de escrituración de tierras de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y por la tarde reunió a miles de seguidores de Gustavo Petro para impulsar su consulta popular y apuntar a congresistas críticos. El evento, que utilizó recursos logísticos estatales, generó críticas por el cierre de comercios y el uso de plata pública.
Por la mañana, Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras, formalizó la escrituración de 155 hectáreas en el corregimiento de Cascajal, Sabanalarga, sobre una tarima instalada en el Paseo Bolívar de Barranquilla, una plaza más urbana que rural para un acto de tierras.
Poco después, la misma infraestructura sirvió de escenario para el cabildo abierto convocado por el presidente Gustavo Petro, quien radicó por segunda vez su consulta popular de 13 preguntas, incluyendo la reforma a la salud. La logística estatal de sonido, pantallas y carpas había sido justificada por el acto de la ANT.
Miles de simpatizantes, entre maestros, campesinos, víctimas del conflicto, estudiantes del SENA y la Guardia Indígena Mokaná, llegaron desde todo el Caribe a respaldar la movilización. Muchos cubrieron la mayor parte de sus gastos, según sindicatos, mientras el Gobierno aportó refrigerios y transporte.
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El evento contrastó con el cierre masivo de negocios en la céntrica vía comercial. Tiendas de ropa, electrodomésticos y celulares bajaron sus cortinas, estimando pérdidas cercanas a 100 millones de pesos, según la emisora local FM. Petro respondió que “el progresismo abre mercados, no los cierra”.
En su discurso, el presidente lanzó duras críticas al Congreso: mostró pancartas con caras de congresistas como Efraín Cepeda, Mauricio Gómez y Honorio Henríquez, a quienes acusó de traicionar al pueblo al hundir la consulta. “No voten por los que compran votos y hunden reformas”, arengó.
Representantes de víctimas y líderes sociales, como Robinson Puche, reclamaron sueldos dignos para los más pobres y denunciaron que el Congreso “nos niega reformas laborales”. El líder cristiano Alfredo Saade pidió cerrar el Congreso y reelección de Petro, mientras Andrea Vargas alzó la voz contra los ‘Char’.
Petro utilizó el simbolismo de la estatua ecuestre de Bolívar y un graffiti comunista de “todo el poder al pueblo” para enfatizar su mensaje de legitimidad popular. Acompañado de Armando Benedetti y Angie Rodríguez, rindió homenaje al libertador antes de arremeter contra la “élite política”.
En tono enérgico, advirtió que, de ser necesario, se sumaría a una huelga indefinida junto al pueblo y reiteró su rechazo a reprimir a manifestantes. Aseguró no buscar la reelección, aunque sus bases lo impulsen a mantenerse en el poder más allá de 2026.
La tarima de la ANT también sirvió de “zona VIP” para funcionarios, políticos y periodistas. Entre ellos, figuraron Agmeth Escaf, Dorina Hernández y la excandidata Patricia Caicedo, mientras Rtvc montaba un set para transmitir el acto como alocución oficial.
El uso de recursos públicos y la superposición de un acto agrario con una movilización política desataron polémica, enviando una señal clara de cómo el Gobierno mezcla gestión social con campaña 2026, y de la creciente tensión entre Ejecutivo y Legislativo en torno a su agenda de consulta popular.