El presidente Gustavo Petro, en su intervención durante la Instalación de la Comisión Mixta Nacional para Asuntos Campesinos, generó controversia al cuestionar las decisiones judiciales en el país. Petro comparó el caso de su hijo, Nicolás Petro, procesado por lavado de activos, con la absolución de Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe, quien fue señalado por vínculos con el grupo paramilitar “Los 12 apóstoles”.
Petro inició su intervención criticando las dinámicas de poder que, según él, influyen en los fallos judiciales. “Un juez los declara inocentes porque se asusta ante el terror, el dinero y el poder”, afirmó el mandatario, al referirse a la decisión que absolvió a Santiago Uribe de los cargos relacionados con paramilitarismo y el asesinato de Camilo Barrientos en 1994.
En contraste, el jefe de Estado expresó su descontento con el trato que ha recibido su hijo Nicolás en el proceso que enfrenta. “Nuestros familiares no son tratados como ellos. No tenemos derecho a matar, pero ellos sí, y un juez los declara inocentes”, aseguró Petro, subrayando lo que considera un doble estándar en el sistema judicial colombiano.
El presidente también aprovechó su intervención para señalar las alianzas históricas entre sectores de poder y el narcotráfico, que, según él, han utilizado a grupos ilegales para perpetrar crímenes y mantener el control político. “Se aliaron con el narcotráfico para hacer el trabajo sucio mientras ellos no se manchaban sus chaquetas de sangre”, denunció Petro, refiriéndose a la violencia sufrida por campesinos y militantes de izquierda.
Asimismo, Petro afirmó que el poder real no radica en el Palacio de Nariño, sino en las armas y en las estructuras ilegales que operan bajo la protección de las élites económicas. “Ese poder está subyugado por narcotraficantes y quienes aún tratan al pueblo como esclavos”, dijo, reiterando su compromiso con una agenda de transformación social y política.
El mandatario también rechazó nuevamente las acusaciones sobre sus intenciones de buscar una reelección. En cambio, señaló que existe un plan para despojarlo del poder. “Quieren sacarme del Palacio de Nariño porque no toleran que avancemos en cambios para el país”, afirmó Petro, avivando la polémica política.
Por otro lado, Petro dirigió sus críticas al expresidente César Gaviria, acusándolo de haber favorecido a narcotraficantes con la promulgación de leyes durante su gobierno. “Pablo Escobar se sentó allá atrás, en el Congreso, como miembro del Partido Liberal. Estaba al lado de César Gaviria”, afirmó el presidente, aludiendo a la influencia del narcotráfico en la política de las décadas pasadas.
Las declaraciones de Gustavo Petro han generado intensos debates en torno al poder judicial, la influencia del narcotráfico en la política colombiana y las desigualdades en el tratamiento de los casos judiciales. Este pronunciamiento se suma a una serie de críticas y tensiones que marcan su mandato y el panorama político nacional.