El presidente colombiano denunció ante la Asamblea General que los jóvenes atacados con misiles no eran narcotraficantes, sino migrantes pobres, y señaló directamente a Donald Trump como responsable político.
Durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Gustavo Petro lanzó un duro pronunciamiento contra Estados Unidos al referirse a la muerte de varios jóvenes en el mar Caribe. Según el mandatario, se trataba de migrantes pobres y no de integrantes de organizaciones criminales, como inicialmente se señaló.
Petro cuestionó que los jóvenes fueran vinculados con el Tren de Aragua y aseguró que lo ocurrido fue un ataque injustificado. “Los jóvenes asesinados con misiles en el Caribe no eran del Tren de Aragua (…) eran caribeños, posiblemente colombianos, y si fueron colombianos, con el perdón de quienes dominan las Naciones Unidas, debe abrirse proceso penal contra esos funcionarios que son de los Estados Unidos”, expresó.
El jefe de Estado colombiano fue más allá y pidió que la responsabilidad alcance a altos niveles de la administración estadounidense. En ese sentido, mencionó directamente al expresidente Donald Trump, a quien señaló de haber permitido el ataque. “Así se incluye al funcionario mayor que dio la orden, el presidente Trump, que permitió los disparos de los fusiles contra los jóvenes que simplemente querían escapar de la pobreza”, agregó.
En su intervención, Petro insistió en que las víctimas no transportaban cargamentos ilícitos y rechazó que se intentara asociarlas con el narcotráfico. “No eran narcotraficantes, eran simples jóvenes pobres de la América Latina que no tienen otra opción. Los narcotraficantes viven en otra parte y no es en la América Latina”, puntualizó.
El pronunciamiento generó un fuerte impacto en la comunidad internacional, ya que cuestiona directamente a un país miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y pone sobre la mesa un reclamo inédito en foros multilaterales de esta magnitud.
Diversos diplomáticos presentes en la sesión recibieron con sorpresa las declaraciones del presidente colombiano, que se suman a su reiterada postura crítica frente a la política antidrogas impulsada por Estados Unidos en la región. Petro insistió en que este modelo ha criminalizado la pobreza y dejado un saldo de violencia y víctimas en el continente.
Con estas palabras, el mandatario colombiano buscó llamar la atención de la comunidad internacional sobre la necesidad de replantear las estrategias globales de seguridad y migración. Su mensaje se enmarca en un contexto donde América Latina exige mayor protagonismo en las decisiones que afectan a sus pueblos.
La intervención de Petro en la ONU dejó claro que Colombia seguirá abogando por un nuevo enfoque en la lucha contra las drogas, la migración y la seguridad, insistiendo en que la dignidad y la vida de los jóvenes latinoamericanos no pueden seguir siendo sacrificadas bajo etiquetas que los señalan como criminales.









