En una nueva polémica que sacude el panorama político colombiano, el presidente Gustavo Petro y el exministro de Salud, Alejandro Gaviria, se han enzarzado en una serie de acusaciones mutuas respecto a la gestión y liquidación de las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Este conflicto ha escalado rápidamente, atrayendo la atención de medios y ciudadanos.
La controversia se inició con la publicación de un video por parte del presidente Petro, en el que se muestra a Alejandro Gaviria, en su papel de ministro de Salud en 2015, anunciando la liquidación de SaludCoop. En el video, Gaviria aseguraba que los usuarios serían trasladados a otras prestadoras de servicios de salud, y Petro lo tituló como “La hipocresía de Alejandro Gaviria”.
En respuesta, Gaviria utilizó sus redes sociales para publicar una caricatura de Mheo, que representaba a Petro atacando a un paciente, acompañada del mensaje: “Les dije que el sistema iba a colapsar”. Además, Gaviria explicó que la liquidación de SaludCoop fue inevitable debido a un fallo de responsabilidad fiscal de la Contraloría por 1,4 billones de pesos.
El exministro también criticó duramente la gestión del actual gobierno, afirmando: “Lo que hizo el gobierno del presidente Petro fue distinto: acabar con las mejores EPS, las que tenían altos índices de satisfacción. Ahora tratan de confundir para justificar la destrucción del sistema y la afectación a los pacientes. No les ha importado la gente. Lo que viene es una crisis de atención en salud”. Petro no se quedó callado y respondió señalando que los problemas con la Nueva EPS no son nuevos, sino que se vienen presentando desde antes de la pandemia. Según el mandatario, esta prestadora de servicios tenía una deuda de 5.5 billones de pesos, lo cual justificaba la intervención necesaria para evitar un colapso mayor en el sistema de salud.
Este intercambio de acusaciones ha generado un intenso debate público, con opiniones divididas sobre la gestión de las EPS en Colombia. Algunos apoyan las intervenciones del presidente Petro como necesarias para corregir problemas financieros graves, mientras que otros temen que estas medidas puedan desestabilizar aún más el sistema de salud.
El enfrentamiento entre Petro y Gaviria subraya la necesidad urgente de una reforma estructural en el sistema de salud colombiano, que garantice tanto la calidad como la cobertura para todos los ciudadanos. La situación actual pone de manifiesto las profundas divisiones políticas y las diferentes visiones sobre cómo abordar los problemas del sector salud. Con la opinión pública polarizada y la atención mediática centrada en este conflicto, queda claro que la gestión de las EPS seguirá siendo un tema crucial en la agenda política y social de Colombia. Las decisiones que se tomen en este ámbito tendrán un impacto significativo en la vida de millones de colombianos.