Un escándalo de presunta corrupción ha sacudido a la ciudad de Ibagué, luego de que la Contraloría Municipal revelara una serie de errores e irregularidades en el contrato de pavimentación de la avenida Mirolindo. El contrato, firmado por el exsecretario de Infraestructura Diego Herrán, quien todavía goza de cercanía con el alcalde Andrés Hurtado, ha generado gran preocupación y cuestionamientos sobre la gestión administrativa.
Estas advertencias señalaban deficiencias en los trabajos que podrían resultar en un detrimento patrimonial para la ciudad. Tras una visita técnica realizada el 24 de mayo, la Contraloría identificó nueve hallazgos de carácter administrativo que ponen en entredicho la ejecución del contrato.
Una de las principales preocupaciones radica en que los más de $2.140 millones invertidos por la Alcaldía de Ibagué podrían perderse, dado que se ha descubierto que las cunetas improvisadas construidas tras la pavimentación presentan múltiples fallos constructivos. El equipo auditor ha encontrado debilidades en el proceso constructivo, como la reposición deficiente de la carpeta asfáltica y la falta de adecuada compactación en los bordes, lo que podría ocasionar daños en la vía debido a filtraciones de agua.
Además, se ha constatado una baja calidad en los acabados de los andenes y las cunetas. Aunque la Contraloría no pudo acceder a toda la documentación solicitada a la Secretaría de Infraestructura, los hallazgos hasta ahora revelados han generado preocupación y podrían derivar en sanciones para los responsables.
Ante estas acusaciones, la Secretaría de Infraestructura ha respondido que la obra aún se encuentra en proceso de ejecución y que el contrato no ha sido liquidado, lo que les permite exigir al contratista que subsane las observaciones realizadas por la Contraloría. Sharon Guzmán, jefa de la cartera, ha mencionado que un informe de interventoría indica que algunas de las deficiencias han sido corregidas, pero se realizará una nueva inspección para verificar si persisten los errores constructivos.
En caso de que se confirmen los defectos, se tomarán medidas más severas contra el contratista. No obstante, se ha reconocido que hubo un retraso en la entrega de los documentos requeridos por la Contraloría debido a la alta carga de trabajo y solicitudes recibidas. A pesar de esto, la Secretaría de Infraestructura se encuentra trabajando junto a su equipo técnico y jurídico para responder a los requerimientos de la auditoría y subsanar las falencias detectadas.
Finalmente, este escándalo de presunta corrupción en el contrato de pavimentación de la avenida Mirolindo ha generado un gran malestar en la ciudadanía, que exige una investigación exhaustiva y la imposición de sanciones para los responsables. Asimismo, se destaca la necesidad de implementar medidas efectivas para prevenir y combatir la corrupción en la gestión de los recursos públicos, garantizando la transparencia y la entrega de obras de calidad que beneficien a la comunidad de Ibagué.