Una investigación revela posibles irregularidades en el proceso de instalación de las nuevas luminarias LED en Ibagué. Según la Contraloría Municipal, se descubrió que algunos puntos registrados como “modernizados” no habían sido intervenidos como se reportó inicialmente. El contrato de Infibagué, por un valor cercano a los $45.000 millones, tiene como objetivo reemplazar aproximadamente 2.300 luminarias de sodio por tecnología LED, similar a un contrato previo ejecutado durante la administración de Jaramillo.
El informe de la investigación señala que se realizaron recorridos aleatorios en los cuales se identificó que algunas zonas que habían sido registradas como intervenidas aún conservaban luminarias con bombillos de sodio. Un ejemplo de ello es la zona paralela al colegio Conservatorio. Se realizó una visita técnica para evaluar la situación en campo, tal como se describe en la denuncia y los documentos remitidos por Infibagué.
Aunque Infibagué afirmó previamente que la inexactitud del censo de luminarias redujo la cantidad a instalar y, por ende, el monto invertido, la Contraloría advierte que la falta de correspondencia entre la identificación de los postes y la instalación de las nuevas lámparas podría resultar en la no modernización de algunas áreas de la ciudad.
Otro aspecto preocupante señalado en el informe es la dificultad que podría enfrentar la interventoría para medir el avance de la obra. A pesar de que se reporta un avance del 46% y 45% en las comunas 3 y 4, respectivamente, se advierte que esta información no puede ser verificada completamente debido a discrepancias entre el avance físico mostrado en los gráficos y la realidad.
El director técnico de la Oficina de Control Fiscal Integral, Carlos Carvajal, ha solicitado al contratista, Unión Temporal Ibagué Moderna, y a Infibague, que garanticen el cumplimiento de las especificaciones técnicas de las luminarias. El objetivo es evitar que se repita la situación vivida durante la administración Jaramillo, cuando las lámparas LED dejaron de funcionar poco tiempo después de su instalación, dejando a la ciudad en la oscuridad. Se espera que el contratista tome las medidas necesarias para subsanar cualquier posible falla.
La Contraloría Municipal de Ibagué concluye la investigación sin presentar hallazgos en esta etapa de fiscalización, pero deja claro que realizará un seguimiento posterior una vez que el contrato sea ejecutado y liquidado. Esto con el fin de garantizar que se cumplan los estándares establecidos y que la ciudad no se vea afectada por problemas similares a los ocurridos en el pasado.