Carlos Camargo Assis, quien ha estado al frente de la Defensoría del Pueblo en Colombia durante varios años, presentó su renuncia por motivos personales y nuevas oportunidades profesionales. El anuncio se hizo oficial esta mañana, causando sorpresa en diversos sectores del país.
Camargo Assis ha sido una figura central en la defensa de los derechos humanos en Colombia, destacándose por su postura crítica y su compromiso con las comunidades más vulnerables, especialmente aquellas afectadas por la violencia de grupos armados, el desplazamiento forzado, y otras violaciones de derechos humanos. Durante su gestión, enfrentó y denunció casos de reclutamiento de menores, secuestros, maltrato a mujeres, y crisis en la prestación de servicios de salud.
El ahora ex Defensor del Pueblo aceptó un importante cargo directivo en la Universidad Sergio Arboleda, su alma mater. Según explicó, esta decisión se debe a una oferta que había recibido hace varios meses para apoyar el fortalecimiento institucional de la universidad. “Desde la academia seguiré impulsando la articulación con el sector real, con la sociedad en general y con el Estado”, afirmó Camargo en su carta de renuncia.
Julio Luis Balanta Mina, quien se desempeñaba como ViceDefensor y Delegado para Asuntos Étnicos, asumirá el cargo interinamente. Balanta Mina, oriundo del norte del Cauca, tiene una amplia experiencia en la defensa de los derechos étnicos y territoriales, lo que lo convierte en un sucesor idóneo para continuar el trabajo de la Defensoría del Pueblo. Camargo Assis destacó que el equipo que lo ha acompañado durante su gestión continuará en la entidad para asegurar una transición ordenada y eficiente. “Estoy seguro de que cumplí a cabalidad con todo lo que me propuse, y estas últimas semanas de cierre de gestión están totalmente planificadas”, señaló.
La renuncia de Camargo llega en un momento crucial para la Defensoría del Pueblo, que ha sido un actor clave en la protección de los derechos humanos en medio del conflicto armado y otras crisis humanitarias en Colombia. Su salida plantea desafíos para la entidad, que deberá seguir trabajando para mantener y fortalecer sus logros. Desde la Universidad Sergio Arboleda, Camargo planea lanzar un observatorio de derechos humanos y un doctorado en la misma materia. “Las universidades deben ser protagonistas de primer orden en la agenda pública nacional”, afirmó, enfatizando su compromiso de seguir trabajando por los derechos humanos desde el ámbito académico.
La Cámara de Representantes deberá ahora elegir a un nuevo Defensor del Pueblo, proceso que será observado de cerca por diversas organizaciones y sectores de la sociedad civil que esperan continuidad en la defensa de los derechos humanos en el país.