Brayan Campo, el hombre que recientemente confesó su responsabilidad en el feminicidio de Sofía Delgado, una niña de 12 años reportada desaparecida en Candelaria, Valle del Cauca, ha desatado nuevas controversias. Tras su confesión ante un juez de Palmira, donde aceptó haber cometido varios delitos graves, entre ellos feminicidio agravado y secuestro tentado, ahora se han hecho públicos algunos de los videos que Campo compartía en sus redes sociales.
El perfil de Campo en TikTok ha sido investigado, y varios de los videos que compartía han generado preocupación y especulación. En uno de ellos, utilizaba un popular audio de una serie de televisión que decía: “El que come de todo no se muere de hambre”. Este video ha causado revuelo entre los usuarios de redes sociales, quienes comentan que Campo podría haber estado dejando pistas sobre su oscura personalidad. “El asesino de Sofía Delgado venía dando claras señales de que era un depredador, solo que nadie lo notó a tiempo”, se lee en uno de los comentarios más destacados.
Además de este inquietante video, el perfil de Campo muestra su afición por el ejercicio, los paseos en moto y una aparente devoción por los animales. Entre sus publicaciones también resalta una fotografía de quien sería su hija de solo 6 años, quien ahora se encuentra bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
El caso ha conmocionado al país no solo por el atroz asesinato de Sofía, sino porque también se ha confirmado que Campo intentó secuestrar a otra menor el mismo día del crimen. Según la Fiscalía, Campo se acercó a la otra niña con la excusa de regalarle collares para su perro, pero afortunadamente, ella logró escapar antes de ser secuestrada.
La revelación de estos videos ha profundizado el impacto que el caso ha tenido en la opinión pública, quienes no dejan de preguntarse si hubo señales de alerta que pasaron desapercibidas. La Fiscalía continúa con las investigaciones para esclarecer todos los detalles de este terrible crimen, mientras los familiares y la comunidad exigen justicia para Sofía.
El caso sigue generando debates sobre la seguridad de los menores en Colombia y el papel de las redes sociales como medio para detectar comportamientos potencialmente peligrosos.