En un evento público realizado en Zipaquirá, el presidente Gustavo Petro oficializó el incremento del salario mínimo para 2025 en un 9,54 %, quedando en $1.423.500. Sumado al auxilio de transporte, que se fijó en $200.000, el ingreso total para los trabajadores será de $1.623.500. El decreto fue firmado como parte de las estrategias del Gobierno para combatir la pobreza y fomentar la equidad social.
Durante el acto, el mandatario destacó la importancia de mejorar las condiciones salariales de los trabajadores colombianos. “El salario mínimo si crece hace crecer la economía. No es con trabajadores esclavos como crece un país, sino con empleados que ganen y tengan dignidad en sus vidas”, afirmó Petro, subrayando el impacto positivo de incrementos salariales anteriores.
Petro recordó que en 2022, un aumento del 16 % en el salario mínimo permitió que 1.6 millones de personas salieran del hambre, y expresó confianza en que este nuevo ajuste genere resultados similares. Según el Presidente, un salario mínimo digno no solo beneficia a los trabajadores, sino también al crecimiento económico del país.
Sin embargo, la decisión ha sido cuestionada por sectores empresariales. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, calificó el aumento como “populista y alejado de la realidad económica”. Según Cabal, la medida pone en riesgo la sostenibilidad de pequeñas y medianas empresas, además de fomentar la informalidad y dificultar la generación de empleo formal.
En un comunicado conjunto, los gremios empresariales señalaron que el aumento no se alinea con las metas de reducción de la inflación, fenómeno que afecta principalmente a los hogares de menores ingresos. Según los empresarios, un ajuste desproporcionado podría desestabilizar aún más la economía nacional.
El ajuste salarial fue decretado unilateralmente por el Gobierno luego de que las conversaciones entre las centrales obreras y los gremios en la mesa de concertación salarial no llegaran a un acuerdo. Para el Ejecutivo, esta decisión era necesaria para garantizar una mejora en las condiciones de los trabajadores.
En su intervención, Petro reafirmó su compromiso con la justicia social. “Este aumento es un paso más hacia la equidad. Colombia no puede seguir siendo una de las sociedades más desiguales del mundo”, concluyó. Mientras tanto, el debate sobre los efectos económicos del incremento sigue siendo un tema central en distintos sectores del país.