Aquileo Medina y María Isabel Peña dejan sus cargos en medio de tensiones políticas, pugnas internas y cuestionamientos sobre su gestión. La alcaldesa Johana Aranda acelera la ruptura con el legado de Andrés Hurtado.
La administración municipal de Ibagué continúa su reacomodo interno con la salida de dos altos funcionarios vinculados al círculo político del exalcalde Andrés Hurtado. Esta semana se conoció la desvinculación de Aquileo Medina, gerente del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), y la renuncia irrevocable de María Isabel Peña, secretaria de Educación.
Aquileo Medina, considerado una ficha directa del ‘hurtadismo’, fue nombrado por recomendación de Hurtado para liderar el SETP, pese a su falta de experiencia en el sector y escaso conocimiento en movilidad estratégica. Su nombramiento se interpretó como parte de un acuerdo político entre Hurtado y Medina, quien debía respaldar con votos en El Espinal la aspiración del exalcalde a la Gobernación.
Durante su gestión, Medina acumuló cuestionamientos por su bajo perfil técnico y por permitir el ingreso de cuotas políticas de El Espinal a la entidad. Recientemente, fue protagonista de una fiesta de cumpleaños en la que invitó a Andrés y Carolina Hurtado, generando molestia en el Palacio Municipal, justo cuando la relación entre Aranda y Hurtado atravesaba su punto más crítico.
Con la salida de Medina del SETP, la administración Aranda no solo desmonta un símbolo de la influencia de Hurtado, sino que también desarticula parte de su red de poder en entidades descentralizadas. Medina, con un salario de 16 millones de pesos, deberá abandonar el cargo y retirar a sus aliados del equipo.
Por otro lado, la secretaria de Educación, María Isabel Peña, presentó su renuncia irrevocable tras un año y medio de tensiones internas, denuncias de maltrato laboral y un clima de división dentro de su dependencia. En un mensaje enviado a los rectores, Peña admitió: “Renuncio porque uno no debe estar donde no lo quieren”.
La dimisión de Peña se produce en medio de múltiples denuncias por parte de su equipo, quienes habrían alertado sobre un ambiente laboral tóxico, prácticas de persecución y falta de liderazgo. Aunque la Alcaldía aún no se ha pronunciado oficialmente sobre las quejas, la salida confirma la inestabilidad en uno de los sectores más estratégicos de la administración.
Fuentes cercanas aseguran que desde comienzos de 2025 la Secretaría de Educación venía siendo blanco de críticas por su manejo interno y la dificultad para implementar proyectos de forma eficiente. Las tensiones crecieron con la exigencia de la alcaldesa Aranda de mayor cohesión y resultados tangibles.
Con estas dos salidas, la administración municipal ajusta nuevamente su gabinete, en una estrategia que busca consolidar un equipo más leal a Aranda y alejarse definitivamente del legado político de Hurtado. Sin embargo, los recientes movimientos también evidencian dificultades para estabilizar áreas claves como la movilidad y la educación pública.
La alcaldesa Johana Aranda enfrenta el reto de recomponer su equipo de gobierno en medio de presiones políticas y críticas por la falta de continuidad en cargos estratégicos. Mientras tanto, la ciudadanía observa con expectativa los próximos nombramientos y el rumbo que tomará su administración.