El gremio amarillo entregó un aporte económico al conductor Brayan Villamil para reparar su vehículo, dañado durante disturbios en la ciudad, y pidió a los líderes evitar promover confrontaciones.
El gremio de taxistas de Ibagué se unió este sábado 9 de agosto para apoyar a un colega que sufrió la pérdida parcial de su herramienta de trabajo a causa de hechos violentos. Brayan Villamil, conductor de servicio público, resultó afectado cuando su vehículo fue atacado durante disturbios registrados en la intersección de la calle 60 con avenida Ambalá.
La solidaridad no se hizo esperar. Según informó Antonio Blanco, líder del gremio amarillo, se organizó una colecta entre conductores para reunir un aporte económico destinado a cubrir parte de los daños. “Esto lo hicimos como un gesto de compañerismo. Todos sabemos que el carro es el sustento de Brayan y no podíamos dejarlo solo en este momento”, señaló.
Blanco fue enfático en rechazar la violencia como mecanismo de protesta, advirtiendo que las agresiones contra personas o bienes materiales solo agravan los problemas. “Hay leyes y mecanismos para reclamar. Con violencia no se gana la razón, solo se perjudica a más personas, como en el caso de Brayan, que depende de su carro para trabajar”, expresó.
El vocero también dirigió un mensaje a líderes y veedores de la ciudad, como Miguel Salamanca y otros mencionados en las protestas recientes, solicitándoles no incitar a la confrontación. “Nuestro gremio respalda lo legal y seguirá acompañando a la comunidad en la búsqueda de soluciones, pero siempre desde el respeto a la ley”, afirmó.
Las autoridades locales no han confirmado si se adelantan procesos judiciales por los daños ocasionados al vehículo de Villamil. Sin embargo, este caso ha reavivado el debate sobre los límites de la protesta social y el respeto al derecho al trabajo de los demás ciudadanos.
La confrontación entre taxistas y conductores de plataformas digitales en Ibagué no es nueva, pero los hechos recientes han generado preocupación por el incremento de tensiones. Los voceros del gremio amarillo reiteran que la solución debe ser institucional y no en las calles, donde los riesgos de violencia y daños colaterales son mayores.
Por su parte, algunos habitantes de la zona afectada manifestaron su inconformidad ante los bloqueos y disturbios, asegurando que estos eventos alteran la movilidad y la tranquilidad del sector. “Entendemos que todos quieren defender su trabajo, pero no es justo que la ciudad se convierta en un campo de batalla”, dijo una residente.
Con este acto de apoyo, los taxistas esperan enviar un mensaje de unidad y rechazo a la violencia, buscando que las diferencias se tramiten por la vía del diálogo y las instancias legales correspondientes. Mientras tanto, Brayan Villamil continúa evaluando los daños para poner nuevamente en marcha el vehículo que le da sustento a su familia.