La reforma a la salud sigue avanzando en el Congreso con cambios clave, entre ellos la transformación de las EPS en Gestoras de Salud y Vida. Aunque aún falta su aprobación definitiva, el Gobierno asegura que los ciudadanos no tendrán que afiliarse a estas entidades.
La reforma a la salud propuesta por el Gobierno Nacional continúa su trámite en el Congreso de la República, generando inquietudes entre la ciudadanía sobre cómo cambiará el modelo de atención y gestión del sistema. Una de las dudas más frecuentes es si los colombianos deberán afiliarse a las nuevas Gestoras de Salud y Vida, que reemplazarán a las actuales EPS.
Hasta ahora, han sido aprobados 83 artículos de la iniciativa, entre los cuales un bloque de 12 establece la creación de las Gestoras de Salud y Vida como entidades encargadas de garantizar el acceso a los servicios médicos. Su función principal será la gestión administrativa, como la entrega de medicamentos y la asignación de citas, lo que busca mejorar la eficiencia y los tiempos de atención.
Según el Ministerio de Salud, estas nuevas entidades estarán adscritas a un territorio definido por el Gobierno. Los ciudadanos no tendrán que realizar una afiliación individual, sino que serán asignados automáticamente a la gestora correspondiente de acuerdo con su lugar de residencia. “Uno no se afilia, uno se adscribe al centro de atención primaria más cercano”, explicó Ramón Abel Castaño, experto en salud pública.
El experto también aclaró que esta asignación se hará con base en las actuales EPS predominantes en cada zona. Es decir, los pacientes serán redirigidos de forma automática, sin necesidad de realizar trámites, aunque en teoría podrán elegir el Centro de Atención Primaria en Salud (CAPS) al que deseen acudir.
Por otro lado, la representante a la Cámara por la Alianza Verde, Martha Alfonso Jurado, indicó que en esta nueva estructura las gestoras tendrán un papel relevante, pero no dominante como las EPS actuales. Afirmó que las EPS han controlado el sistema sin auditoría y con amplia discrecionalidad sobre pagos, organización de redes y contratación de servicios.
“Las gestoras estarán enfocadas en la coordinación del flujo del paciente, la organización de redes y el acceso, pero sin el poder absoluto que tenían las EPS”, dijo Jurado, quien también ha sido crítica con varios puntos eliminados en el articulado, como el artículo 42 que promovía la meritocracia en la designación de directores de instituciones de salud.
Otro punto que ha generado polémica es la creación de un fondo de infraestructura hospitalaria, cuya contratación tendría un régimen privado. Esta medida fue señalada por congresistas como Catherine Juvinao como un posible “mico” que abriría las puertas a la corrupción dentro del sistema.
El artículo que convierte a la Administradora de los Recursos del Sistema de Seguridad Social en Salud (Adres) en una entidad con mayores facultades también ha sido señalado como un punto de concentración de poder estatal, lo que ha generado posiciones divididas entre los legisladores.
Por ahora, la reforma sigue en discusión y falta su aprobación total en el Congreso. Mientras tanto, el Gobierno insiste en que los ciudadanos no deben preocuparse por afiliaciones a nuevas entidades, pues serán asignados automáticamente a gestoras con presencia territorial.