Conductores del transporte público completan cuatro días de manifestación pacífica frente al Palacio Municipal, pidiendo a la mandataria que cumpla su promesa de reunirse con ellos y escuche sus reclamos sobre el sistema de transporte.
Un grupo de transportadores del sistema público urbano de Ibagué completa cuatro días de manifestación pacífica frente al Palacio Municipal, exigiendo a la alcaldesa Johana Aranda entablar un diálogo directo. Los manifestantes aseguran que, pese a su disposición para conversar, la mandataria no ha cumplido con el compromiso de reunirse con ellos, lo que ha incrementado su inconformidad.
Según los conductores, el pasado martes el Secretario General de la Alcaldía les prometió que la alcaldesa estaría presente a las 6:00 de la mañana para escuchar sus inquietudes, sin embargo, dicha cita nunca se concretó. Este incumplimiento ha generado molestia y desconfianza entre los trabajadores del sector, quienes aseguran sentirse ignorados por la administración.
El gremio sostiene que su principal reclamo gira en torno a la implementación del sistema de transporte público, proceso que, según afirman, ha traído consigo decisiones administrativas que afectan directamente su sustento. En anteriores oportunidades, ya habían realizado manifestaciones y bloqueos por inconformidades con las medidas adoptadas por el municipio.
En esta ocasión, los transportadores insisten en que su protesta es pacífica y tiene como único propósito abrir un canal de comunicación con la alcaldía. “Dicen que no se pueden reunir aquí porque hay muchas busetas y eso les da miedo, pero ya solo dejamos dos vehículos para demostrar nuestra buena voluntad”, manifestó uno de los voceros del movimiento.
Los manifestantes también expresaron su agradecimiento a la Central General de Trabajadores (CGT) por brindarles apoyo logístico, facilitándoles una carpa que les permite permanecer en el lugar con cierta comodidad. “Estamos adecuando el espacio para que la alcaldesa se sienta tranquila y cómoda cuando decida venir”, añadieron.
Asimismo, el grupo pidió que se ponga fin a lo que consideran una estigmatización por parte de la administración municipal. “No somos delincuentes ni agitadores; somos trabajadores que buscamos soluciones. Aquí hay silla para que venga, nosotros estamos prestos al diálogo respetuoso”, declararon los líderes del gremio.
La situación refleja un punto de tensión entre la Alcaldía y el sector transportador, que reclama mayor atención a sus demandas y transparencia en las decisiones que afectan su labor diaria. Mientras tanto, la comunidad ibaguereña observa con expectativa la respuesta de la administración ante este llamado al diálogo.
El paro, que se mantiene en calma, sigue generando debate sobre la gestión del transporte en la capital tolimense y el papel de la concertación en los procesos de cambio que afectan a los trabajadores del servicio público.