La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá resolvió una tutela a favor del expresidente Álvaro Uribe Vélez y dispuso su liberación inmediata, mientras se define la apelación contra el fallo que lo privaba de la libertad.
La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá ordenó este martes la libertad inmediata del expresidente Álvaro Uribe Vélez, tras resolver una acción de tutela presentada por su defensa. La decisión deja sin efecto la medida de privación de la libertad decretada por el Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá el pasado 1° de agosto, mientras se surte la apelación interpuesta. El fallo fue firmado por el magistrado Leonel Rogeles Moreno y constituye un giro trascendental en el proceso que enfrenta el exmandatario.
En el documento judicial se indica que el juzgado accionado deberá expedir de manera inmediata la boleta de libertad a favor del expresidente. La tutela acogió los argumentos de la defensa, que alegaba la vulneración de derechos fundamentales como la dignidad humana, la libertad, la presunción de inocencia y el debido proceso. Con ello, se garantiza que Uribe pueda esperar en libertad la decisión definitiva de segunda instancia sobre su situación jurídica.
La defensa había insistido en que el fallo de primera instancia desconocía garantías básicas, al imponer una medida de privación de la libertad sin que el proceso hubiese concluido. Según sus representantes legales, se trataba de una sanción anticipada, puesto que aún estaba pendiente la resolución del recurso de apelación. El Tribunal encontró fundamentos suficientes en estos planteamientos y concedió el amparo solicitado.
Este pronunciamiento tiene un alto impacto en la agenda política y jurídica del país. Uribe, quien fue presidente entre 2002 y 2010, ha sido una de las figuras más influyentes y polémicas de la política colombiana en las últimas décadas. Su caso ha estado rodeado de intensos debates, divisiones y controversias que han polarizado tanto a la opinión pública como al ámbito institucional.
El fallo también abre un nuevo capítulo en el complejo expediente judicial que enfrenta el líder del Centro Democrático. Aunque recupera su libertad, Uribe seguirá vinculado al proceso y deberá comparecer ante la justicia en las instancias que aún restan. El Tribunal subrayó que la liberación no implica un pronunciamiento de fondo sobre su inocencia o culpabilidad, sino una medida cautelar mientras se resuelve la apelación.
La noticia ha generado inmediatas reacciones en sectores políticos, jurídicos y sociales. Los simpatizantes del expresidente celebraron la decisión como un acto de justicia y respeto a las garantías constitucionales. Por su parte, sectores críticos señalaron que la medida no pone fin a las investigaciones y que el país debe esperar la decisión final de los tribunales competentes.
Desde el ámbito académico y jurídico, expertos advierten que este caso sienta un precedente importante sobre la aplicación de las medidas de aseguramiento y el respeto al debido proceso en Colombia. El uso de la tutela para proteger derechos fundamentales en procesos penales complejos ha vuelto a ser objeto de análisis, y este fallo será parte de esa discusión.
Finalmente, la liberación de Álvaro Uribe Vélez representa un nuevo escenario en el ya convulso panorama político del país. La decisión del Tribunal Superior de Bogotá no solo tendrá efectos en el curso del proceso judicial, sino también en la dinámica electoral y en los debates que rodean el futuro político de Colombia de cara a los comicios de 2026.