El presidente de EE. UU., Donald Trump, expresó este lunes su disposición a realizar ataques en México y Colombia para frenar el narcotráfico hacia Estados Unidos, asegurando que estaría “orgulloso” de atacar instalaciones relacionadas con las drogas en dichos países.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó controversia este lunes al afirmar que estaría dispuesto a atacar instalaciones de drogas en México y Colombia para frenar el tráfico ilícito hacia su país. En una declaración desde la Oficina Oval, Trump indicó que “estaría orgulloso de hacerlo” si se tratara de atacar a los narcotraficantes en esos países, argumentando que el narcotráfico está cobrando miles de vidas en EE. UU. cada año.
Trump subrayó que ha estado en comunicación con el gobierno mexicano, dejando claro que las autoridades mexicanas “saben cuál es mi postura”, y agregó que la situación con las drogas es tan grave que “es como una guerra”. Según sus palabras, “sabemos las direcciones de cada capo de la droga… sabemos todo acerca de cada uno de ellos”, destacando la información detallada que EE. UU. tiene sobre los narcotraficantes.
Este pronunciamiento marca una escalada significativa en la política de seguridad de su gobierno, que ya ha intensificado sus esfuerzos para interceptar drogas provenientes del Caribe y América Latina, incluyendo ataques a barcos presuntamente involucrados en el narcotráfico. Trump dejó claro que, en su opinión, esta es una guerra que debe ser librada en los territorios de los carteles, sin importar las fronteras.
El presidente también afirmó que, en caso de actuar en México, buscaría la aprobación del Congreso de EE. UU., sugiriendo que tanto demócratas como republicanos apoyarían una intervención militar en México para detener el narcotráfico. Sin embargo, también dejó abierta la posibilidad de tomar acciones similares en Colombia, país que, según él, alberga “fábricas de cocaína” que deben ser destruidas.
“Colombia tiene fábricas de cocaína donde hacen cocaína… ¿destruiría esas fábricas? Estaría orgulloso de hacerlo, personalmente”, declaró Trump. Este comentario resalta la postura más agresiva de la administración Trump en cuanto al narcotráfico, que podría incluir operaciones militares directas en otros países, lo que genera una serie de preocupaciones sobre la soberanía y las implicaciones diplomáticas de tales acciones.
Si bien Trump aseguró que no está anunciando estas acciones de manera inminente, su declaración sugiere un cambio hacia un enfoque mucho más directo y confrontacional para abordar la crisis de las drogas en su país. La intención sería salvar vidas, según dijo, y poner fin a la amenaza del narcotráfico que, en su opinión, está devastando a la sociedad estadounidense.
Este discurso resalta la tensión entre la política interna de EE. UU. y las relaciones exteriores con sus vecinos latinoamericanos. Mientras que México y Colombia han mostrado una actitud de cooperación en la lucha contra las drogas, las palabras de Trump podrían generar una mayor resistencia, dada la sensibilidad de la intervención extranjera en asuntos soberanos.
Las autoridades internacionales y los analistas están atentos a las consecuencias de este tipo de retórica, que podría aumentar las tensiones regionales y poner a los países involucrados en una posición difícil frente a la comunidad internacional. Si bien los detalles de una posible intervención aún son inciertos, el tono de Trump deja entrever una postura más beligerante ante el narcotráfico.









