El pasado viernes 24 de mayo de 2024, Wilson Henao, estudiante del Conservatorio de Música del Tolima, denunció públicamente haber sido maltratado por personal de la institución tras ejercer su derecho a la protesta pacífica. La denuncia fue publicada en su cuenta de Facebook, donde detalló el incidente ocurrido en el salón Alberto Castilla.
Henao manifestó su inconformidad con el docente de trompeta, siguiendo los parámetros del libre derecho a la protesta establecidos por la ley, asegurando que no agredió ni física ni verbalmente a nadie. Sin embargo, según su denuncia, la respuesta del personal del conservatorio fue contraria, resultando en agresiones hacia él. “Hoy ejercí mi derecho a la protesta pacífica, sin sobrepasar los parámetros universitarios que por ley me lo permiten (siempre y cuando no agreda ni física ni verbalmente a nadie). Y así lo hice. En contra mía fue todo lo contrario, ya que por órdenes de los que manejan el staff del Conservatorio del Tolima, en el salón Alberto Castilla recibí agresiones,” escribió Henao en su publicación.
El Conservatorio de Música del Tolima, una institución propiedad de la Gobernación, aún no ha emitido un comunicado oficial sobre la denuncia de Henao. La situación ha generado preocupación y debate entre estudiantes y la comunidad académica sobre el manejo de las protestas y la respuesta institucional a las mismas.
Varios estudiantes y colegas de Henao han expresado su apoyo en redes sociales, demandando una investigación transparente y sanciones adecuadas si se comprueba la veracidad de los hechos denunciados. La comunidad estudiantil está organizando una manifestación pacífica en apoyo a Henao y para exigir un entorno seguro y respetuoso para todos los estudiantes. La denuncia de Henao también ha llamado la atención de organizaciones de derechos humanos y defensores de los derechos estudiantiles, quienes subrayan la importancia de proteger el derecho a la protesta pacífica y asegurar que las instituciones educativas respeten los derechos fundamentales de los estudiantes.
El incidente pone de relieve la necesidad de revisar los protocolos de respuesta ante protestas estudiantiles en el Conservatorio de Música del Tolima y otras instituciones educativas. La Gobernación, como propietaria del conservatorio, podría verse presionada a intervenir y garantizar que se respeten los derechos de los estudiantes y se promueva un ambiente académico seguro y equitativo.
La comunidad está a la espera de una respuesta oficial por parte del Conservatorio de Música del Tolima y de la Gobernación, que podría incluir medidas para prevenir futuros incidentes similares y asegurar un manejo adecuado y respetuoso de las protestas estudiantiles.