La Veeduría Ciudadana Veemóvil advierte que las obras de rehabilitación de la Carrera Quinta en Ibagué presentan un avance inferior al 40%. Falta de trabajo nocturno, demoras del IBAL y poca coordinación institucional podrían impedir la entrega pactada para diciembre.
La Veeduría Ciudadana Veemóvil, representada por Rubén Darío Calderón, encendió las alarmas sobre los notables retrasos en las obras de rehabilitación de la Carrera Quinta en Ibagué. Según el seguimiento realizado, el avance del proyecto no supera el 40%, lo que pone en duda el cumplimiento del plazo de entrega fijado para diciembre de 2025.
Durante una reunión liderada por la Personería Municipal, en la que participaron representantes del contratista, la interventoría y el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), se constató que el ritmo de ejecución avanza muy por debajo de lo estipulado. La veeduría indicó que, aunque los recursos han sido solicitados y aprobados, no se están realizando labores en doble turno ni jornadas nocturnas, incumpliendo así con compromisos contractuales.
Calderón señaló que la falta de coordinación entre el contratista, el Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Ibagué (Infibagué), el IBAL y otras entidades públicas ha afectado la programación de la obra. “El contratista se excusa en la demora del IBAL para avanzar, pero mientras tanto el tiempo corre y el progreso es mínimo”, expresó el veedor ciudadano.
La denuncia también apunta a que los retrasos han generado inconformidad entre los habitantes y comerciantes del sector, quienes padecen diariamente congestión vehicular, ruido y polvo. Los tramos intervenidos entre las calles 16 y 21 de la Carrera Quinta se han convertido en puntos críticos para la movilidad de la ciudad.
El contratista a cargo del proyecto, Consorcio Vías JCSR, ha explicado que algunos de los retrasos obedecen a imprevistos técnicos, como el hallazgo de redes de alcantarillado obsoletas que debieron ser reemplazadas antes de continuar con la pavimentación. Sin embargo, los veedores aseguran que estas dificultades no justifican el bajo nivel de ejecución ni la falta de planificación.
La Veeduría Veemóvil solicitó a la Alcaldía de Ibagué y al gerente del SETP adoptar medidas urgentes para garantizar el cumplimiento del cronograma. Además, pidieron reforzar los equipos de trabajo, aumentar el personal en obra y coordinar de manera más eficiente las intervenciones del IBAL.
De persistir el actual ritmo de ejecución, el proyecto podría extenderse hasta el primer trimestre de 2026, afectando no solo la movilidad, sino también la confianza ciudadana en la gestión pública de los recursos. Ante esta situación, la Personería de Ibagué anunció que continuará realizando seguimiento técnico y jurídico al contrato.
El llamado de los veedores es claro: se requiere mayor transparencia, planeación y compromiso institucional para que la Carrera Quinta, una de las arterias más importantes de la ciudad, no se convierta en otro símbolo del incumplimiento en obras públicas.
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