Poco se le reconoce en la opinión pública, pero es la persona que le habla al oído, e incluso apoya financieramente, al comunicador social Rubén Darío Correa, director del noticiero de La Cariñosa de RCN Radio, y a quien Leal, y otros personajes, han seducido y convencido que puede ser el próximo alcalde de Ibagué, debido al caudal popular y de audiencia que arrastra este periodista tras de sí, los últimos 15 años en Ibagué.
¿Pero quién es Wilson Leal, un abogado y comerciante desconocido para la mayoría de ciudadanos?
Algunos ibaguereños lo han asociado al discurso, quizá injusto e incendiario, del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, cuando se refiere a Leal como “el zar de los moteles”, en alusión a la actividad comercial del abogado, propietario de La Primavera y otros negocios relacionados, que hay que decir, son actividades lícitas, que generan empleo, pagan impuestos y prestan un servicio de hospedaje momentáneo a parejas urgidas de libidinoso placer.
Wilson Leal es consultor jurídico de ‘cacaos’ de la región como el empresario Henry Escobar Ceballos, fue Leal el asesor del pleito que sostuvo hace algunos años Escobar con la Fábrica de Licores del Tolima, por la distribución del aguardiente, y que terminó en la concesión, a través de dación de pago al propio Escobar, de un lote cercano a la Fábrica, donde hoy se erige un conjunto de apartamentos.
Años atrás, Wilson Leal fue socio, con el periodista Correa, y el hoy condenado a 36 años de prisión, Orlando Arciniegas, en un emprendimiento en el que los tres editaron una revista impresa, que tuvo pocas ediciones, y que terminó en desacuerdos monetarios y de otra índole con dichos socios fundadores.
Wilson Leal ha sido asesor de alcaldías en varios municipios, y disfrutado de onerosos contratos y ordenes de prestación de servicios,en retribución. En 2016, apadrinó a Marcela Jaramillo, candidata a la Contraloría de Ibagué, que perdió el pulso frente a Ramiro Sánchez, quien estaba inhabilitado y al que los concejales eligieron, lo que les costó la actual suspensión de nueve meses por parte de la Contraloría.
Varios concejales afirmaron off de record que Leal fue estafado por algunos de los cabildantes que le sacaron dinero en efectivo con la promesa de elegir a Marcela Jaramillo. Lo que buscaba Wilson Leal era no solo manejar el poder contractual de la Contraloría sino negociar las investigaciones y sanciones que eventualmente se darían contra funcionarios, secretarios de despacho e incluso el propio alcalde Jaramillo.
Quienes conocen a Leal afirman que la gran obsesión del abogado es “acabar” con el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, por lo que la animadversión entre ambos es mutua.
En 2018, Wilson Leal se montó en el potro del ‘Predialazo’ y en La Cariñosa vociferaba, anunciando acciones populares, así como asesorías ‘desinteresadas’ a ciudadanos inconformes con el tributo.
Lo que buscaba era calentar la campaña de su nuevo ahijado Rubén Darío Correa, a quien tiene cuenteado que puede llegar a la Alcaldía a punta de micrófono y con ‘desinteresadas’ campañas populares de cara a la comunidad.
En ese mismo año, fue muy comentado el incidente cuando en la cabina del informativo, el periodista Correa llamó “traidor” al gobernador Óscar Barreto, por haber objetado el acuerdo que legalizaba los alivios del Predial y revesaba los exagerados cobros del mismo.
Luego que Barreto abandonara los estudios de la emisora, Wilson Leal, quien se encontraba presente en la misma cabina, salió de la misma, se deslizó hacia una zona solitaria y desde allí llamó al gobernador para decirle que le parecía una irresponsabilidad lo realizado por el periodista Correa y que no lo fuera a incluir en la lista de malquerientes, ni a tomar represalias por lo cometido por su prohijado. Lo anterior, lo refirió a este medio, un empleado de RCN que presenció el hecho y que pidió la reserva de su nombre.
Lo que quizá desconoce el propio Rubén Darío Correa es que Wilson Leal no está del todo convencido en que este logre el triunfo el 27 de octubre, y para ello diseñó un plan B. El abogado, tiene en la campaña de José Barreto, a un hermano suyo, de nombre Humberto Leal, quien ya le ha organizado reuniones y acuerdos políticos al sobrino del gobernador Oscar Barreto.
Es decir Leal no estaría siendo “leal” con Correa quien le cree a ojo cerrado todo lo que diga y proponga su nuevo jefe político, quien dicho sea de paso, lo habilita con dinero contante y sonante para sufragar las necesidades y caprichos del comunicador social y director de La Cariñosa.
Así las cosas esperaremos a ver si Wilson Leal logra su viejo anhelo de manejar presupuestos y burocracia en una coronación de su carrera, más política que jurídica, a la sombra, en los subterfugios, manejando los hilos del poder, sin que hasta ahora nadie haya logrado advertirlo o relacionarlo con esas mismas jugadas que se han empleado toda la vida en Ibagué y el Tolima.
En el ejercicio del equilibrio informativo, #LaOtraVerdad trató de comunicarse con el Abogado para conocer su versión de los hechos sobre este articulo pero no fue posible establecer comunicación directa con el mismo.