El concejal de Ibagué, Andrés Zambrano, ha levantado la voz de alarma al revelar un notorio desbalance en la asignación de recursos municipales. Según sus declaraciones, la ciudad destinó una suma significativa de $9.000 millones a eventos festivos, mientras que apenas se asignaron $1.500 millones a programas de salud mental durante el año 2023.
Este desfase financiero cobra mayor relevancia en medio de la preocupante cifra de 54 suicidios registrados en Ibagué durante el mismo periodo. Zambrano enfatiza que, a pesar de este escenario crítico, la inversión en celebraciones culturales, particularmente en el Festival Folclórico Colombiano, supera con creces los recursos destinados a abordar las necesidades de salud mental de la población.
El concejal subraya que su crítica no está dirigida en contra de la importancia de las festividades y la cultura, pero destaca la necesidad imperante de abordar los problemas fundamentales que enfrenta la ciudad. En este sentido, recalca la importancia de priorizar la atención a la salud mental y establecer medidas preventivas para afrontar situaciones de crisis en las familias.
Zambrano también cuestiona la falta de transparencia en los procesos de promoción y atención en salud mental, señalando posibles vacíos y la existencia de dudas entre la ciudadanía sobre dónde acudir en momentos de crisis emocionales.
Ante estas críticas, la secretaria de Salud de Ibagué, Liliana Ospina, defendió la gestión municipal, asegurando que existen más de cinco estrategias para atender la salud mental. Sin embargo, las críticas persisten, subrayando la urgencia de replantear las prioridades en la inversión municipal para abordar de manera efectiva los desafíos de salud mental que enfrenta la comunidad ibaguereña.