El concejal Andrés Zambrano arremetió contra la gerente del IBAL, Erika Palma, por negar la crisis del agua en Ibagué, pese a los millonarios hallazgos de la Contraloría y las constantes fallas denunciadas por la ciudadanía en barrios como Picaleña, El Salado, La Pola y Cádiz.
En medio del creciente descontento por los problemas en el suministro de agua y el estado del alcantarillado en varios sectores de Ibagué, el concejal Andrés Zambrano lanzó fuertes críticas contra la gerente del IBAL, Erika Palma, calificando su postura como “cínica y negacionista”.
Las declaraciones del cabildante se dan luego de que Palma asegurara públicamente que la ciudad no enfrenta una crisis estructural en el servicio de agua potable, pese a los constantes reportes ciudadanos sobre cortes prolongados y presiones mínimas en sectores como El Jardín, El Carmen, Varsovia, Cañaveral, Restrepo, Cádiz, El Salado y Picaleña.
“La gerente insiste en una narrativa que no corresponde con la realidad que viven los ibaguereños. A diario, cientos de hogares pasan hasta cuatro días sin agua, y en otros puntos como La Pola y Villa Café el problema se agrava con el colapso del alcantarillado”, dijo Zambrano.
El concejal también se refirió a las recientes revelaciones de la Contraloría General de la República, que tras una auditoría a dos contratos del Acueducto Complementario, detectó presuntos detrimentos patrimoniales por más de $8.000 millones. “No hablamos de rumores, son hallazgos concretos de obras no ejecutadas y obligaciones incumplidas”, afirmó.
En contraste, la gerente del IBAL celebró el informe de la Contraloría como una muestra del buen trabajo de la empresa. Esto, para Zambrano, es una señal preocupante: “Decir que eso genera felicidad es insultar la inteligencia de los ciudadanos que viven entre aguas residuales y calles destruidas”.
Zambrano insistió en que desde el IBAL se ha intentado minimizar las denuncias ciudadanas, incluso responsabilizando a los usuarios por los problemas. “Abrir un grifo y no tener agua no es una percepción: es una realidad que sigue ignorando la administración”, subrayó.
Según el concejal, la obra del acueducto complementario, promocionada como “la obra del siglo”, terminó siendo la falacia del siglo, como él mismo lo denominó en debates anteriores. “Con o sin acueducto, los ciudadanos siguen con los mismos problemas. Nada cambió, salvo el millonario gasto”, enfatizó.
Finalmente, Zambrano hizo un llamado a la gerencia del IBAL para que “deje de maquillar la situación” y atienda de fondo los problemas estructurales. “La gente está cansada de discursos vacíos. Lo que quieren es agua, no excusas”, concluyó.