En 1985 la tragedia de Armero apagó la vida de 23.000 tolimenses que quedaron bajo el lodo y que al transcurrir los años aún el municipio siente que su memoria debe de superar el olvido de los gobiernos.
Es por ellos que en redes sociales recuerdan con el #Armero36años a las personas que murieron por la negligencia de un gobierno que para ese entonces dejó a su suerte a estas personas, como lo hizo saber un usuario “el padre de Iván Duque, siendo Ministro de Minas y Energía, ordenó retirar el personal que vigilaba la actividad del volcán, se opuso a una evacuación preventiva; por evitar un colapso de la economía de la región”.
Por su parte el medio de comunicación el Periódico El Espectador en su portada para este día, trae los rostros de los incontables niños que desaparecieron en la tragedia, sino también la historia de Jenifer de la Rosa quien nació una semana antes de la tragedia de Armero-Guayabal, por la erupción del volcán nevado den Ruiz. Ahora ella dirige un documental sobre los más de 500 niños perdidos que, como ella no han encontrado a sus padre biológicos.
Otra persona que rememora ese suceso ha sido Gonzalo Guillén quien para esa época fue “el primer periodista del mundo en llegar a verificar en Armero mis sospechas de un desastre, del que estaba avisado, pero jamás supuse que sería el peor del siglo XX”.
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Algunos se atreven a decir que al igual que la tragedia de Mocoa en 2017, la avalancha de Armero fue prevista y pudo haber sido evitada, lamentablemente las autoridades estatales ignoraron la actividad sísmica que estaba teniendo el volcán, expresó otro usuario de Twitter.
Por su parte la Fundación Armando Armero quien se ha encargado de hacer visible ante la opinión pública y sociedad civil, sobre la magnitud de la tragedia. También de promover los reencuentros de los niños desaparecidos y sus familias que hoy fueron o aún están adoptados.
Finalmente, el artista plástico Darío Nova, ha sido otra de las personas que no ha dejado desaparecer la memoria histórica del municipio, quien con mucho esfuerzo ha dedicado el tiempo suficiente para mantener vivo el antiguo Armero-Guayabal.