Los municipios de Fresno y Ataco reportaron nuevos casos de lesionados, elevando la estadística departamental en una temporada marcada por la preocupante combinación de pirotecnia y consumo de bebidas embriagantes.
El panorama de salud pública en el departamento del Tolima se torna crítico tras confirmarse que la cifra de personas quemadas por pólvora alcanzó los 17 casos. El último reporte del sistema de vigilancia epidemiológica SIVIGILA encendió las alarmas al incluir nuevos incidentes registrados en los municipios de Fresno y Ataco. Las autoridades sanitarias manifestaron su profunda preocupación debido a que la tendencia sigue al alza a pocos días de finalizar el año. Este incremento refleja una falta de conciencia ciudadana frente a los peligros que representa la manipulación de elementos pirotécnicos sin ninguna protección. Se espera que las jornadas de sensibilización se intensifiquen para frenar estas preocupantes estadísticas antes del próximo 31 de diciembre. La vigilancia en los centros asistenciales se mantiene en alerta máxima para atender posibles nuevas emergencias.
Fresno ha captado la atención de los organismos de control al sumar su segundo caso de lesionado en lo que va de la temporada. Esta cifra contrasta drásticamente con los resultados del año anterior, cuando el municipio logró cerrar el calendario con cero reportes de heridos. Con este nuevo registro, la localidad se posiciona como la segunda más afectada en todo el Tolima, siendo superada únicamente por Ibagué. La capital del departamento continúa liderando la penosa lista con un total de ocho ciudadanos afectados por quemaduras de diversa gravedad. Las autoridades locales de Fresno investigan las circunstancias exactas de estos sucesos para determinar posibles sanciones a los responsables. El cambio en el comportamiento epidemiológico del municipio sugiere una relajación en las medidas de prevención comunitarias.
Por su parte, el municipio de Ataco ingresó oficialmente a la estadística de emergencias por pólvora al reportar su primer lesionado de la presente vigencia. Aunque se trata de un solo caso, el hecho ha sido interpretado por los expertos en salud como una señal de alerta innegable. La preocupación radica en que son territorios que históricamente habían mantenido indicadores positivos y ahora registran incidentes que comprometen la integridad de sus habitantes. Las autoridades departamentales han solicitado a las alcaldías reforzar los operativos de incautación de material explosivo en las zonas urbanas y rurales. El objetivo es evitar que más familias vean empañadas sus celebraciones por accidentes que son completamente prevenibles bajo el cumplimiento de la ley. Cada nuevo ingreso hospitalario por esta causa representa un retroceso en las metas de bienestar regional.
Un factor determinante y común en los reportes de Fresno y Ataco es que los lesionados resultaron ser adultos bajo los efectos del alcohol. La Secretaría de Salud del Tolima enfatizó que la mezcla de licor y pirotecnia es la principal causa de tragedias en estas festividades. Los afectados, al ver disminuidos sus reflejos y su capacidad de juicio por el consumo de bebidas, se exponen a riesgos mortales. La mayoría de los incidentes ocurren durante celebraciones privadas donde no existe supervisión profesional para el uso de estos artefactos. Por ello, se ha reiterado que las quemaduras por pólvora no solo dañan la piel, sino que pueden causar amputaciones y daños permanentes. El llamado a la responsabilidad individual es hoy más urgente que nunca para salvaguardar la vida propia y ajena.
Las autoridades de salud recordaron que el sistema SIVIGILA realiza un monitoreo en tiempo real para identificar los puntos críticos de distribución de pólvora. Además del daño físico, las sanciones económicas y legales para quienes permitan el uso de estos materiales en presencia de menores son severas. Se busca reducir el impacto negativo en el sistema hospitalario, que ya enfrenta una alta demanda por otras patologías propias de la época. Las campañas de comunicación se han volcado a las redes sociales y emisoras locales para difundir mensajes preventivos de alto impacto. La meta sigue siendo alcanzar el menor número de víctimas posible, pero el éxito depende estrictamente del compromiso de cada tolimense. La prevención es la única vacuna efectiva contra las cicatrices imborrables que deja la pólvora en el cuerpo.
Finalmente, se recomienda a la ciudadanía reportar de manera inmediata a la línea de emergencias cualquier punto de venta ilegal de elementos pirotécnicos. El Tolima busca cerrar el año 2025 con una disminución en la gravedad de las lesiones, aunque la cifra acumulada ya genera inquietud. Las festividades de Navidad y Año Nuevo deben ser espacios de alegría y encuentro familiar, no de lamentos en salas de urgencia. Los profesionales de la salud insisten en que ninguna celebración justifica poner en riesgo la funcionalidad de las manos o la visión. Se espera que el próximo reporte oficial muestre una estabilización en los datos, gracias a la conciencia colectiva de los habitantes. El cuidado de la vida debe ser la prioridad absoluta en cada rincón de la geografía departamental.
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