“Cuidar la naturaleza y proteger el ambiente debe ser un compromiso de todos, esta no es una discusión de izquierda o derecha. A hoy, en la #CapitalMusical se han sembrado más de 300.000 árboles en las zonas rural y urbana, ese ha sido el propósito del Gobierno”, expresó el alcalde Andrés Fabián Hurtado a través de su cuenta de Twitter.
Al parecer Hurtado cree que la indignación por la tala de los árboles tiene un tinte político, además justifica que la siembra de 300.000 árboles en la zonas rurales y urbanas compensa la tala de los árboles antes mencionados, pues estos rondaban entre los 80 o 100 años, debido que ya existían cuando se construyó el terraplén de la calle 10.
Aún es mi pronto para saberlo, lo cierto es que desde las organizaciones sociales, ambientales y algunos sectores políticos, han manifestado su rechazo a la tala indiscriminada pues no se conoce estudio técnico de rigor como lo mencionó el Comité Ambiental y por el contrario se escusan que ellos ya estaban enfermos, y por lo tanto era justo y necesario tumbarlos como sucedió finalmente.
Hay que mencionar que uno de ellos al parecer mató a un ciudadano cuando se sabe que fue intervenido sin ninguna precaución, señalización y socialización con la comunidad del sector o ibaguereña.
Por esa razón piden la renuncia de la Directora de Cortolima, Olga Lucía Alfonso Lannini, debido que también la hacen responsable por autorizar la tala de los árboles del Terraplén de la Calle 10 entre Carrera 5 y 6 del Parque Centenario del centro de la ciudad de Ibagué.
Por su parte, la directora de Cortolima, se escusa diciendo que ellos no los talaron, sin embargo, es de conocimiento público que autorizaron la tala de los Samanes como medida preventiva, pero Olga Lucía Alfonso Lannini no puede escusarse de la responsabilidad porque el día de la intervención de los operarios que estuvieron trabajando en la remodelación al parecer no estuvieron tampoco presentes como forma de salvaguardar la integridad y estructura del árbol y de las personas que transitan por ese sector.
Por otro lado, los ciudadanos cuando hacen la comparación para propios y visitantes, en la relación de un antes y un después, se encuentran que antes las sombras cubrieron el sector peatonal para los transeúntes y después se evidencia que ya no hay ese sombrío.
Así mismo, no se evidencia un daño estructural del corazón de los árboles talados y por el contrario, mostraron tener vigorosidad pues los operarios se gastaron bastante tiempo en poder cortarlos a punta de motosierra.
Desde el Comité Ambiental hay un fuerte pronunciamiento de rechazo por las acciones realizadas por Cortolima y la Alcaldía de Ibagué, porque consideran una falta de rigor técnico y participación ciudadana en la toma de sus decisiones.
Finalmente, la ciudadanía espera una investigación a fondo por parte de las entidades del estado, para que investiguen los hechos mencionados y encuentren las responsabilidades contractuales del caso.