Un mono en estado crítico encendió las alarmas en la vereda Cascarillo del municipio de Ataco. El líder comunitario Martín Ramírez exige atención inmediata de las autoridades sanitarias ante un posible brote de fiebre amarilla que pone en riesgo la vida de personas y fauna silvestre.
La vereda Cascarillo, ubicada en el municipio de Ataco, sur del Tolima, según el medio de comunicación La Zaranda, este territorio enfrenta una creciente preocupación tras el hallazgo de un mono en grave estado de salud, lo que podría ser una señal temprana de un brote de fiebre amarilla en la región. La alerta fue emitida por el líder comunitario Martín Ramírez, quien llamó la atención de las autoridades sanitarias.
A través de un mensaje público, Ramírez expresó su inquietud por la salud del primate, recordando que días antes ya había advertido sobre la necesidad de monitorear la zona debido a la presencia natural de monos en el sector. “Hace unos días hice por este medio un llamado a las autoridades con respecto a la fiebre amarilla”, afirmó.
Aunque aún no se confirma que el mono esté infectado con el virus, el hecho ha generado alarma entre los habitantes de Cascarillo, quienes temen por la salud de las personas y de los animales silvestres que habitan en la zona. La fiebre amarilla, enfermedad viral transmitida por mosquitos, puede afectar gravemente tanto a humanos como a primates.
Ramírez fue enfático al señalar que la situación es delicada: “Aquí no solo está en riesgo la vida de las personas, sino también la especie de estos animalitos”. El líder subrayó que se necesita actuar con urgencia para evitar consecuencias mayores.
Como medida preventiva, solicitó a las autoridades enviar brigadas de salud a la vereda para vacunar a la población y hacer un seguimiento epidemiológico que permita esclarecer si se trata de un caso de fiebre amarilla. “Creo que cuanto antes se debe enviar a la zona personal del servicio de salud para la vacuna de la población y veredas aledañas”, insistió.
A pesar de la gravedad de la denuncia, hasta el momento no se ha emitido ningún pronunciamiento oficial por parte de la Secretaría de Salud del Tolima ni del Instituto Nacional de Salud. El silencio institucional ha incrementado la incertidumbre en la comunidad.
El sur del Tolima es una región con ecosistemas ricos en biodiversidad, pero también vulnerable ante enfermedades tropicales, razón por la cual la vigilancia epidemiológica debe mantenerse activa. La fiebre amarilla es endémica en ciertas zonas del país, y brotes inesperados pueden representar una amenaza seria.
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Mientras las autoridades determinan los pasos a seguir, en Cascarillo reina la preocupación. Los habitantes temen que el virus ya esté presente y que no se actúe con la rapidez que amerita la situación.
Desde la vereda, el mensaje es claro y directo: “Aquí está en riesgo la vida”, sentencia Martín Ramírez, pidiendo que no se espere a que sea demasiado tarde para actuar.